¿Por qué es más recomendable respirar por la nariz que por la boca?
Respirar por la nariz evita la entrada de patógenos peligrosos a nuestro organismo
Además, la respiración por la nariz calienta y humedece el aire que entra en nuestro cuerpo
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Las personas tenemos dos vías de entrada para respirar, pero solo una está creada especialmente para esta misión. Por lo tanto, a la pregunta de si es mejor respirar por la nariz o por la boca, la respuesta es clara, ya que únicamente la primera de ellas es capaz de detener los elementos patógenos que llegan a nuestro organismo a través del aire.
La nariz: preparada para la protección
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A lo largo del día, una persona respira un promedio de 12.000 litros de aire y, como se puede adivinar, su calidad dista de ser la más adecuada para el cuerpo humano. Es decir, por nuestras fosas nasales y por nuestra boca entran todo tipo de partículas: desde bacterias y virus, hasta polvo, polución y esporas de hongos.
Esos patógenos pueden poner en riesgo a nuestro organismo, de modo que este debe defenderse poniendo trabas a su entrada. Y el único lugar donde contamos con las defensas adecuadas es en la nariz. Allí tenemos una especie de pelitos llamados cilios que son los encargados de detener las citadas partículas para expulsarlas posteriormente con la mucosa.
¿Respirar por la boca?
Por su parte, la boca no dispone de ningún elemento de seguridad frente a los patógenos presentes en el aire. No en vano, su principal función es la de ingerir alimentos y precisamente para este cometido sí que cuenta con defensas. Si bien es cierto que hay ocasiones en las que hemos de respirar por la boca cuando sufrimos congestión nasal o algún problema respiratorio de mayor importancia, conviene aspirar el aire siempre por la nariz, ya que de ese modo estaremos protegiendo nuestro cuerpo.
Ventajas de respirar por la nariz
Como acabamos de apuntar, la primera de las ventajas de respirar por la nariz en lugar de por la boca es filtrar las impurezas que transporta el aire, pero no es la única.
- Calienta el aire. Cuando las temperaturas descienden, cualquier persona ha podido comprobar cómo al respirar por la boca puede llegar a sentir dolor en la garganta. Esto es más complicado que ocurra si utilizamos la nariz, ya que a su paso por las fosas nasales, ese aire se calienta.
- Aire más húmedo. De igual modo, en los ambientes calientes y secos, la nariz es capaz de humedecer el aire ayudando además que las cuerdas vocales no se resequen, algo que ocurre si respiramos por la boca.
- Vasodilatador. Respirar por la nariz aumenta el nivel de óxido nítrico hasta en un 15%, lo que provoca una dilatación en los vasos sanguíneos. Como consecuencia, estos pueden transportar más oxígeno a todas las partes del cuerpo, lo que supone una acción beneficiosa para su funcionamiento.
Cuidar la respiración
Al tratarse de una acción innata en la que no solemos poner atención se suele dar el caso de que no “respiremos bien”. Por esa razón, conviene hacer ejercicios de respiración diariamente, ya que de ese modo acostumbramos al aparato respiratorio a funcionar de la manera más beneficiosa para el bienestar de nuestro organismo.