Desde el año 2020 cada 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mentalde los adolescentes con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los problemas de salud mental que afectan a las personas durante su desarrollo hasta la edad adulta.
Esta iniciativa tuvo como origen en The Hollister Confidence Project, cuya finalidad era observar los diferentes trastornos y eliminar los estigmas que hay en torno a ellos.
La celebración del Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes está más que justificada si atendemos a los datos que ofrece la Organización Mundial de la Salud. Este organismo internacional apunta que, en el mundo, una de cada siete personas de 10 a 19 años padece algún trastorno mental, lo que supone “el 13% de la carga mundial de morbilidad en ese grupo etario”.
Asimismo, indica que la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento son las principales causas tanto de enfermedad como de discapacidad. Y un dato aún más elocuente es que el suicidio se ha convertido la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años,
Principales riesgos para la salud mental
Por su parte, la ONG Save the Children expone en su informe “Crecer Saludable(mente)” los principales factores de riesgo a los que se exponen adolescentes y niños:
La edad. Los niños y niñas mayores de 12 años están más expuestos a trastornos mentales, mientras que los menores de esa edad suelen presentar trastornos de conducta.
El sexo. Las niñas tienden a padecer más trastornos mentales que los niños, cuyos problemas se centran en la conducta.
Origen de los progenitores. Si los padres y madres son de origen migrante o el entorno familiar es más pobre, aumenta el número de trastornos.
El Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes no solo tiene como misión promocionar la salud mental en un momento crucial para el desarrollo de las personas, sino también ofrecer información que ayude a prevenir cualquier tipo de trastorno.
Evitar estos problemas dependerá de cada caso concreto. No obstante, hay algunas medidas generales que se pueden apuntar a continuación:
De acuerdo con la OMS, las intervenciones durante la adolescencia deben enfocarse en ofrecer a los jóvenes las herramientas que les permitan regular sus emociones, encontrar alternativas a los comportamientos que supongan algún riesgo y desarrollar resiliencia para superar cualquier situación adversa. En este sentido, se debe cuidar el entorno en el que se mueven, tanto en su hogar como en el centro educativo.
Crear acciones destinadas a evitar que los niños y adolescentes se autolesionen o se sumerjan en el consumo de alcohol y drogas.
Consejos en el día a día
En cuanto a las recomendaciones más habituales, se pueden apuntar las siguientes:
Fomentar una buena convivencia familiar en la que los padres les ayuden a descubrir las situaciones que vivirán en los años sucesivos. La comunicación, por lo tanto, es clave.
Mantener los límites. A pesar de que los adolescentes cada vez tienen mayor libertad, no hay que olvidarse de marcar unas limitaciones que les ayuden a adaptarse a cada etapa.
Cuidar horarios, rutinas y alimentación. La rutina ofrece estabilidad a niños y adolescentes, ya que de ese modo aprenderán a planificarse, tanto en su día a día como sus propias ideas. De igual modo, cuidar la alimentación es, si cabe, más importante en estas etapas de desarrollo.
Descanso y tecnología. Fomentar un correcto descanso y evitar que pasen demasiado tiempo frente a pantallas también les ayudará a desarrollarse saludablemente.