Para la psicóloga Cristina Martínez “la vida pasa demasiado deprisa como para que no aprovechemos la oportunidad de vivir en este mundo en paz, tranquilos y en armonía con lo que es verdaderamente importante para nosotros. Es por esto que ser feliz es urgente”, señala la psicoterapeuta.
Esa es precisamente la afirmación que da título a su primer libro. En Ser feliz es urgente (Planeta 2023) Cristina Martínez nos sumerge en el proceso terapéutico y de crecimiento personal de Carla, un personaje que la autora se saca de la chistera como recurso literario para facilitar al lector la comprensión de estrategias y técnicas de autoconocimiento y manejo de las emociones.
Con Ser feliz es urgente Martínez se suma al boom postpandémico de los libros de psicología; “Si para algo nos ha servido la pandemia ha sido para poner en valor la salud mental, la gran olvidada siempre”, asegura. Antes del libro, Martínez ya había hecho su aportación como divulgadora sobre salud mental y psicología en redes sociales. Ella es, de hecho, una de las psicólogas más influyentes en Instagram (@dra.cristinamartinez) con más de 280.000 seguidores.
Después de más de 20 años de experiencia clínica, sabe de sobra que unos tips en Instagram o un libro sobre salud mental nunca sustituirá a la terapia. Sin embargo, Cristina Martínez es una convencida de que, ahora más que nunca, hay que sacar la psicología de las consultas y llevarla a la calle “porque desgraciadamente no todos se pueden permitir ir al psicólogo”, recuerda. “La cuestión es que los mensajes vayan llegando poco a poco”, asegura, y seguir contribuyendo a la desestigmatización de la salud mental. “Nunca jamás un libro va a poder ser comparable con un proceso de terapia, pero si podemos sacar un poco de aquí y otro de allá…bienvenido sea”.
Pregunta: ¿Crees que la pandemia ha tenido algo que ver en este boom de las publicaciones de psicología?
Respuesta: Completamente, creo que por ahí va la cosa. Pienso que si para algo nos ha servido la pandemia ha sido para poner en valor la salud mental, la gran olvidada siempre, siempre, siempre. De alguna manera la pandemia ha sido como el momento en que todo el mundo ha reconocido sus dificultades a nivel emocional. En la pandemia, quien más, quien menos hemos tenido miedo, angustia, preocupación, un mal manejo de la incertidumbre o tristeza…en fin; como todo el mundo ha experimentado estas emociones y, además, las ha experimentado en una intensidad importante, muchas personas han perdido la vergüenza o el complejo de reconocer el ‘yo también tengo ansiedad o yo, en el pasado, también he tenido alguna crisis de pánico o yo también tengo problemas para conducir, o tengo fobias o también he pasado por un episodio depresivo cuando me dejó mi primera novia’…y, de repente, quien más quien menos te va contando sus diferentes dificultades y es como que uno es más capaz de abrirse a sus propias experiencias y, evidentemente, esto ha llevado a que muchas personas pierdan el miedo a pedir ayuda.
P: ¿Crees que ha llegado para quedarse este interés por la psicología?
R: Yo creo que, con toda la cantidad de gente que nos volcamos en redes sociales a ofrecer contenido de valor sobre psicología, crecimiento personal, salud mental, técnicas psicoterapéuticas…esto, sumado a la cantidad de gente que no son psicólogos pero que también han compartido este tipo de conocimiento, yo creo que hemos hecho un gran favor a la sociedad, a la población y que la gente está agradecida y la gente ha aprendido un montón de cosas…Bendita pandemia si es solamente para quedarnos con esta parte positiva. Ahora los psicólogos tenemos mucho más trabajo, pero es posible que tenga que ver con esta desestigmatización de la salud mental. La gente tiene menos dificultad para pedir ayuda y acude mucho más al psicólogo.
P: Ahora acude al psicólogo mucha gente que simplemente tiene una dificultad en su vida. Esto es importante, porque los psicólogos no solo estáis para atender psicopatologías graves…
R: Tú, si sufres una pérdida y te dicen: “oye, ¿por qué no pedimos corriendo cita a un psicólogo? a mí me parece bien, ¿por qué no? Resulta que ese profesional va a poder darte una guía, aunque sea solo en una sola sesión. Es cierto que los psicólogos no hacemos terapia de una sesión, ¿eh? Pero hay veces que la persona solo consulta y se le explica; y el profesional te dice: “oye pues no tienes ningún problema, esto es un proceso normal”. El hecho de que un experto te dé esa tranquilidad y te diga: “tranquilo, es un proceso, es un duelo y vas a pasar por esta fase, por esta otra y esta otra hasta la aceptación”...pues tú dices: “¡bueno, pues me quedo más tranquilo!”. Y eso ayuda a pasar ese duelo mucho mejor. ¿Por qué voy a tener que esperar a que de forma natural con mis propios recursos eso termine cesando? Lo que ocurre es que la psicología no es accesible a todos los bolsillos y, evidentemente, ese tipo de situaciones no las contempla la Seguridad Social ni soñando, ni en ocho vidas vamos a conseguir que la Seguridad Social pueda asumir los casos menos graves, básicamente por una cuestión de recursos. Así que, si uno tiene los recursos y tiene las ganas, ¿por qué no? si eso nos puede ayudar a lidiar con el dolor, pues mucho mejor.
P: Veo que los psicólogos estáis haciendo una importante labor sociopsicoeducativa tratando de acabar con la idea de que el sufrimiento es algo que hay que rechazar o extirpar de nuestras experiencias…más bien decís eso de que tenemos que aprender a abrazar el sufrimiento…
R: Eso es: abrazarlo y poder comprender qué emoción estoy sintiendo y para qué me está sirviendo. ¿Por qué tengo que estar sintiendo esto? ¿Por qué tengo que experimentar estar triste si sufro una perdida? ¿Por qué tengo que estar enfadada si alguien me hace una cosa realmente fea? ¿Por qué tengo que sentir arrepentimiento cuando me equivoco y hago daño a los demás? Porque esas emociones te están dando un mensaje, un mensaje del que tienes que aprender. Y en ese aprendizaje es donde está el primer paso para empezar a lidiar con ese malestar que despierta esas emociones desagradables.
P: Sobre el título de tu libro, Ser feliz es urgente. ¿Crees que también hace falta mucha pedagogía sobre qué es la felicidad? Porque ser feliz no significa no sufrir o la ausencia de dificultades…
R: Lo que quiero transmitir con el título del libro es: espabila, que la vida son dos días y más nos vale pasar por la vida con sentimiento de plenitud, de satisfacción, de realización y que el día en que termine esta aventura podamos echar la vista atrás y decir: qué orgulloso estoy de lo que he hecho, qué satisfecho estoy de las personas que he tenido a mi lado, qué gozo haber tenido la vida que he tenido…eso es felicidad. Y cuando tú consigues llevar una vida así, sientes que todo tiene un significado y sientes que estás aprovechando. Una de las frases del libro es “trata de hacer que cada día cuente” cada día tienes que hacer cosas que te hagan sentir satisfecho, pero no en el sentido de “me he ido con las amigas a tomarme unos vinos y nos hemos reído un montón” -que eso también está muy bien y cuenta- sino otras cosas que vayan más allá de esas cuestiones puramente hedónicas: sentir que lo que he hecho hoy tiene sentido y que me siento satisfecho con el trabajo, con mis hijos, o de estar en casa tranquila…que me siento plena, satisfecha…y vivir con esa tranquilidad.
P: Para lograr todo esto que dices… ¿Qué papel desempeña el autoconocimiento?
R: Sin el autoconocimiento, difícilmente vamos a poder saber. Diseña, planifica… ¿A dónde quieres llegar? A muchos pacientes les pongo esta metáfora cuando me preguntan: ¿Por qué no estoy consiguiendo mis metas? …pues querido, porque tú quieres ir a París y te estás yendo hacia Murcia: la dirección es la contraria. Cuando vas tan mal orientado que estás dirigiendo esfuerzos hacia un lugar que no es el que tú quieres, al final los resultados que obtienes son los que tú tampoco quieres…
P: Hay mucha resistencia a hacernos determinadas preguntas…muchas veces sabemos que hay algo que no funciona en nuestra vida y sin embargo nos empeñamos en seguir haciendo lo mismo de siempre….
R: Pero esas reflexiones son las que nos tienen que servir para tomar decisiones en cuanto a cómo nos tomamos las cosas y en cuanto a qué cosas tenemos en nuestra vida que suman y qué tipo de cosas hay en nuestra vida que restan. No podemos estar quejándonos siempre de las mismas cosas y no hacer nada al respecto. “Odio a mi marido, odio mi relación de pareja, no tenemos sexo desde hace siete años” …bueno, chiquilla pues ¿qué estás haciendo al respecto?, “no, nada”. ¿Has hablado con él?, “no, si es que con él no se puede hablar”…bueno, vamos a ver; vamos a intentar hacer cosas porque al final la que está malgastando su vida de pareja eres tú. Con esto no quiero decir que sea fácil, lo que quiero decir es que uno tiene que responsabilizarse, que hay cosas que no marchan bien en la vida…¿Qué estás haciendo tú?, ¿Qué cosas dependen de ti para mejorar esa situación? Pues lo que dependa de ti, ponte manos a la obra…
P: Desde tu experiencia como psicóloga ¿Qué otras resistencias al cambio tenemos?
R: La gente cree que no puede cambiar. Tenemos una cantidad de creencias que nos limitan, que nos bloquean, que nos frenan. Es que lo que tenemos que hacer es identificar qué creencias tengo que me están limitando. Son creencias limitantes, ¿son solo creencias o son hechos? Bueno, pues vamos a desafiarlas un poco, porque nos terminaremos dando cuenta de que en realidad somos más capaces de lo que creemos.
P: En tu libro compartes muchos recursos para facilitar el cambio…
R: Lo que he querido hacer con este libro es hacer una colección de todas las herramientas psicoterapéuticas que yo vengo usando con mis pacientes en consulta desde hace 20 años y concentrarlas todas en un solo libro. De manera que pienso de corazón que el lector que quiera profundizar en los ejercicios va a encontrar una cantidad de cosas de sí mismo… y va a aprender una cantidad de recursos para sentirse mejor en su vida que bueno, ojalá sea así.
P: Una de las principales críticas que suelo escuchar a estas publicaciones sobre psicología es que un libro no puede sustituir una terapia, ¿estás de acuerdo?
R: Nunca jamás un libro podrá sustituir a un profesional, a un experto en salud mental. Pero también te digo una cosa: las herramientas que utilizamos los psicólogos en consulta, ya sea para una persona que tiene una depresión mayor o para una persona que tiene un problema de tipo adaptativo sin que llegue a ser un trastorno adaptativo, una ruptura, un problema en el trabajo, que me hacen acoso, que estoy mal, tengo un poco de crisis vital, no sé hacia dónde me dirijo…las herramientas que aplicamos son las mismas. El modelo es exactamente el mismo. Evidentemente, la persona que tiene una patología mental va a tener un poco más de dificultad porque la misma patología, el desequilibrio neuroquímico que le causa su trastorno mental va a hacer que sea un poquito más dificultoso. Pero el conocimiento es el mismo, así que, sinceramente, es un libro que va dirigido tanto al que tiene problemas muy grandes y al que los tiene menos grandes incluso el que no los tiene, pero quiere tener conocimiento acerca de crecimiento personal y de psicología en general… porque todos tenemos un amigo que tiene ansiedad, un hijo que tiene problemas en el cole, una hermana con anorexia, una prima con depresión. Al final es conocimiento que no caerá en saco roto. Todo el mundo va a poder sacar un provecho para sí mismo o para su entorno.
P: Para terminar, Cristina ¿En qué momento decidiste lanzarte al mundo de las redes sociales?
R: Me lancé a las redes sociales en plena pandemia cuando mi agenda de pacientes se quedó vacía aquella primera semana, porque por entonces la terapia online como que no se veía. Después resultó que fueron tres meses y ya todo el mundo quería terapia online; pero inicialmente no. Yo, ahí, con aquella agenda medio vacía, dije: ¿qué hago con este tiempo? Bueno, pues vamos a intentar ayudar a la gente. Y empecé a hacer directos, publicaciones y demás. Muchas personas me decían: “Pero Cristina, ¿no te da miedo compartir tanto conocimiento cada día? ¡Estás dando claves, técnicas! Lo que yo hacía en la consulta lo compartía gratis en Instagram….”¿No te da miedo quedarte sin trabajo?”, me preguntaban… Es que es imposible, es que unos tips en Instagram nunca jamás van a poder sustituir una terapia, una sesión con un psicólogo en la que están profundizando en tu caso, en tu historia y te están dando las herramientas personalizadas para ti. Nunca jamás va a poder ser comparable, igual que nunca jamás un libro va a poder ser comparable con un proceso de terapia, pero si podemos sacar un poco de aquí y otro de allá…pues bienvenido sea.