Diego González Rivas, el 'cirujano de los récords': salva vidas en África operando sin luz y con grapadoras
El doctor Diego González Rivas, un médico de Vigo, es todo una referencia en el mundo: le llaman el 'cirujano de los récords'
El médico gallego ha realizado de forma altruista casi 4.000 cirugías de pulmón en 128 países: la última, a una niña del Congo
El cirujano solidario que opera por el mundo y quiere llevar un 'hospital ambulante' a África
El doctor Diego González Rivas, un médico de Vigo de 49 años, es todo una referencia en el mundo. Le llaman el 'cirujano de los récords' y ha realizado de forma altruista casi 4.000 cirugías de pulmón en 128 países. Su última gran operación fue hace unos días en el Congo: una niña llevaba al menos dos años con una llave alojada en el pulmón que aspiró por accidente. Gracias a la cirugía mínimamente invasiva que desarrolló el experto, el material del objeto no causó más complicaciones y todo fue un éxito. La pequeña se recupera muy rápido.
"Al haber aspirado una llave, lo más probable es que esa niña hubiera muerto inmediatamente. Lo increíble es que estuvo con ese cuerpo durante dos años", explica el doctor González Rivas sobre este caso inédito en su trayectoria. El cirujano gallego desarrolló la técnica de la cirugía mínimamente invasiva y la perfeccionó tras su paso por Estados Unidos, llevándola hasta países como China. Consiste en operar con una incisión de apenas unos tres centímetros, lo que le permitió intervenir dentro del bronquio de la menor en el Congo.
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Todo salió bien, pero durante su periplo a vivido situaciones límite, sobre todo en África. "He encontrado de todo. Por ejemplo, estar operando con la cirugía mínimamente invasiva en condiciones críticas y que se vaya la luz", detalla el cirujano. Por eso, ahora su fundación solo tiene un objetivo: preparar una unidad móvil con todos los recursos que se necesiten para operar sin problemas y formar a otros médicos. Es decir, con un 'hospital ambulante', podría operar tumores de pulmón en los lugares más recónditos del mundo.
Entrevista al doctor Diego González Rivas
Pregunta: ¿Cómo se encuentra?
Respuesta: "Me encuentro bien. Tuvimos que volar del Congo a Burkina Faso, pasando antes por Togo. En Congo estuvimos operando dos días. Yo llegué desde Madrid, que estuve operando, pero me encontré con los problemas de la falta de instrumentos, que las llevaba un compañero con el que opero desde Marruecos. Estos días, además del caso de la niña con la llave, también operamos a una persona con un aspergiloma, una patología muy compleja".
P: ¿Le ha impactado el caso de la niña con la llave en el pulmón?
R: "Es un caso inédito. Yo creo que no se ha descrito un caso así nunca. Como cirujanos torácicos vemos muchas cosas, cuerpos extraños, como una pieza de juguete, una canica, un cacahuete... Pero eso se extrae inmediatamente, no una llave. Al viajar tanto a países como Pakistán, zonas de Sudamérica o Asia en los últimos 14 años he visto de todo, pero no un objeto así. Lo peculiar del caso de la niña del Congo es que ella habría muerto en el 99% de posibilidades.
"Por la fortuna de las fortunas, cuando aspiró la llave hace dos años no falleció y se colocó de lado, en el pulmón. Es surrealista, porque un material así te cierra la traquea. Es increíble que no haya muerto en este tiempo, que no le perforase el órgano. Tengo un chat con unos 1.000 cirujanos de todo el mundo y ninguno había visto algo así. Logramos operar y reconstruir el pulmón con éxito, en lugar de abrir".
P: ¿Qué otros casos le han impactado?
R: "He visto cuerpos extraños, muchos en el bronquio. Recuerdo miles de casos impactantes, no como el del Congo, pero muy a tener en cuenta. He operado muchos pacientes que les habían operado mal en otros países, que les habían operado el otro pulmón erróneamente... Un paciente de Honduras, un chico joven, llevaba 10 años con un tumor carcinoide, que lo quitas y se cura, pero nadie se atrevía a operarle. Le operé y le curamos, también era surrealista que estuviera tanto tiempo con ese tumor".
P: ¿Qué nos puede contar de la técnica Uniportal VATS?
R: "La desarrollamos en 2010. Consiste en operar a través de una sola incisión de tres centímetros, en lugar de abrir. El paciente se recupera antes, tiene menos dolor... Tiene muchas ventajas. Es la forma menos invasiva de operar el pulmón. El resultado de la técnica es una evolución hasta dar con ella. Me formé en cirugía torácica mínimamente invasiva en EEUU y, durante ese período, vi que allí se usaban tres o cuatro incisiones. A base de pensar que era posible, desarrollé todo para que fuera con una sola incisión. Hicimos el primer caso del mundo en junio de 2010 en A Coruña. A partir de ahí, seguí perfeccionando la técnica, la expandí a Shangai y de ahí enseñamos a cirujanos de todo el mundo. Ahora lo hacemos también de forma robótica.
P: ¿Y del 'hospital ambulante' que quiere poner en marcha su fundación?
R: "La situación sanitaria en África requiere mayor atención que otros continentes. Allí no hay nada, es todo muy verde. Muchas veces, una vez llegamos, no hay material ni torres para operar y nos tenemos que movilizar. En Burkina Faso, la torre que digo, la usamos en un hospital público y nos la tuvieron que dejar de un centro médico privado como favor. Estábamos operando con grapadoras y, al ser complejo el caso, nos quedamos sin ellas, por lo que tuvimos que improvisar... Todo aventuras".
"La idea con la Fundación es empezar a montar un camión médico. Disponer de una unidad equipada con quirófanos y que no estemos preocupados de que va a fallar esto u otro. Queremos venir a países donde no hay nada y operar. Además, nos gustaría poder enseñar la cirugía mínimamente invasiva en estas zonas. Los cirujanos de allí quieren aprender y operar, pero tenemos todas las dificultades. Queremos poder hacer formación sin necesidad de que falle algo y no podamos hacerlo. De contar con esta unidad andante sería todo un sueño, ya que operar pulmones normalmente corresponde a hospitales de primer nivel. Seríamos los primeros en la historia en hacerlo".
P: ¿Qué siente al salvar una vida?
R: "Es una gran satisfacción. Cuando fui a Honduras, por ejemplo, no se había hecho nada de cirugía mínimamente invasiva y los dos pacientes que operé, que eran jóvenes, se habrían muerto tarde o temprano si no les llego a operar. Eran tumores de bajo grado, pero nadie les operaba. La neumóloga y los oncólogos que estuvieron se emocionaron mucho. Fue todo muy bien, pero también fue una aventura enorme. No tenía cámara para operar, ni material... organizarlo todo siempre es una locura, porque es muy complejo. Operar con cirugía mínimamente invasiva en países en vías de desarrollo es complicado".
P: ¿Cómo afronta la muerte? ¿Qué siente cuando ve a un paciente irse?
R: "Siempre es muy triste cuando algo se complica. Pero yo no tengo miedo a la muerte, lo tengo como algo asumido. Es un ciclo, forma parte de la vida. La vida y la muerte tienen que estar asociadas. Todo tiene un recorrido en esta vida. El día que llegue, llegará. Quizá por mi forma de ser, de arriesgar, pero no suelo pensar en la muerte. Es decir, si veo a alguien con una enfermedad, no pienso 'ay me va a pasar a mi'... Si me pasa a mí, tendré que asumirlo y tirar para adelante".
P: Usted vive de avión en avión: ¿se ha llegado a cansar y pensar decir 'hasta aquí hemos llegado'?
R: "Muchas veces lo pienso, pero luego, no sé, es la pasión lo que me envuelve en mi trabajo. Me encanta ayudar. Digo muchas veces, voy a frenar, pero cada vez es peor porque voy abriendo nuevos proyectos. hay hospitales militares o barcos, pero todo es de cosa menor. Para operar cosas mas pequeñas. Operar pulmones son palabras mayores. Es una cirugía muy compleja.
P: ¿Le queda tiempo para pensar en usted?
R: "Sí, claro. En los aeropuertos y en los aviones discurren muchas cosas. Es donde tengo las mejores ideas, donde escribo los artículos científicos. Paso muchas horas en los aeropuertos. En los próximos días estaré en Islandia y disfrutaré del país durante tres días. Tiempo de relax".
P: Sanidad Pública Española: ¿Qué piensa?
R: "Tiene ventajas e inconvenientes. En general está bien. Es una Sanidad que cura a todo el mundo. Pero luego tiene ciertas cosas que hay que mejorar. Las listas de espera son muy largas en algunas cosas. Creo que tampoco se aprovecha bien, la gente abusa mucho de la Sanidad Pública. Pero es una Sanidad buena y potente, comparado con lo que veo por el mundo. Podemos estar tranquilos en España de que es una Sanidad buena. Pero la Privada también es muy buena. Yo creo que ambas tienen que coexistir.
P: ¿De dónde le viene la vocación de médico?
R: "Mi madre era enfermera. Por ella siempre quise estar en este mundo. Entraba en los hospitales y me fascinaba".