Un estudio muestra cómo evitar discusiones acaloradas: reflexionar antes sobre tus valores

  • Los investigadores descubren que eso te hace tener una mente más abierta al diálogo

  • Midieron la humildad intelectual o arrogancia de cada participante y trataron de fomentar la primera

  • Para llegar a su conclusión sometieron a pruebas a 333 estudiantes voluntarios en grupos de discusión

No lo podemos evitar, nos gusta discutir. De fútbol, de política y hasta de gastronomía: La tortilla, ¿con o sin cebolla? Basta con mirar los trending topic de twitter para comprobar que cualquier tema vale para un encuentro acalorado, en redes sociales o en persona.

Y aunque como dice Schopenhauer (El arte de tener razón) no es lo mismo “tener razón” que “llevar razón”, a la hora de la verdad poco importa. De acuerdo con el filósofo alemán muchas veces quien discute no combate en pro de la verdad, sino de su tesis” y por eso a veces, las discusiones se encienden y acabamos enfrentados.

Para evitarlo, un estudio de la Universidad de Essex publicado en la Royal Society defiende que hay un método para suavizar las discusiones: recurrir a nuestra humildad intelectual, aunque para eso antes hay que reflexionar sobre "cuáles son tus valores".

Fomentar la humildad intelectual

Los investigadores emplearon un método empírico para comprobarlo. Reunieron a 333 estudiantes voluntarios en 116 discusiones grupales grabadas. Enfrentaron a parejas o grupos de tres participantes en una sala y les pidieron que debatieren sobre los méritos de las tasas de matrícula de la universidad. Y en cada uno de estos grupos incluyeron un topo que sembraba la discordia.

Anotaron, usando una puntuación, cuantas veces se usaban palabras que comunican certeza o falta de ella, como "absolutamente" y "algo", cuántas veces levantaban la voz, y si se interrumpía o asentía. De este modo midieron la humildad intelectual (entendida como la capacidad de ser flexibles o estar abiertos a nuevas ideas) y la arrogancia de cada participante.

Luego, para calmar el ambiente, se dividió a los voluntarios en dos grupos: a una mitad se les pidió que clasificaran sus valores más importantes de una lista de 19 entre los que estaba la libertad para determinar sus propias acciones o la aceptación de otros que son diferentes, y tuvieron que escribir por qué esos valores eran importantes para ellos. A la otra mitad de participantes se les pidió sin embargo que reflexionaran sobre si les gustaban o no cinco bebidas diferentes (café o té).

Después, los investigadores pidieron a los participantes que volvieran a revisarar su debate sobre el coste de la matrícula. Cerca del 60% de las personas que realizaron el ejercicio de valores mostraron más humildad intelectual y casi el 80% de estos afirmaron luego que sentían más empatía y simpatía por el oponente.

La conclusión que han obtenido es que si pensamos en nuestros valores, en lo que realmente importa, aumentamos nuestra humildad intelectual y por tanto estamos más abiertos a nuevas ideas o al menos a tolerarlas.

"Nuestra investigación demuestra que la humildad intelectual en un debate se puede mejorar a través de una intervención relativamente simple", explican en sus conclusiones, solo hay que "inducir a los participantes a pensar sobre sus valores más importantes".

 Los profesores quieren ahora ampliar sus estudios a un entorno como las redes sociales. Se plantean de hecho, examinar si reflexionar sobre los valores antes de publicar en Facebook puede evitar que una discusión se vuelva desagradable.

Claro que para eso tendrán que intentar que la persona que discute no sea defensor de las 38 estratagemas para llevar razón (estés en lo cierto o no) planteados por Schopenhauer, entre las que se incluyen sacar de quicio al contrario.