La depresión y ansiedad en los adolescentes: ¿Qué les lleva a este estado y qué son los 'padres helicóptero'?
La sobreprotección y la sobreimplicación de los padres helicóptero sobre los adolescentes pueden llevarles a sufrir depresión
Los padres helicóptero son aquellos que no dejan ninguna independencia a los niños
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Huir de la sobreprotección y la sobreimplicación, dejando de ser "padres helicóptero" para escuchar a los adolescentes y dotarles de herramientas para afrontar las situaciones complicadas son las claves que recomiendan los psicólogos cuando los jóvenes afrontan decisiones difíciles que desembocan, en muchos casos, en ansiedad.
Los adolescentes que se enfrentan a decisiones importantes como elegir una carrera y que se ven sometidos a la presión para obtener buenas notas pueden sufrir problemas de ansiedad y depresión, especialmente aquellos cuyos padres han tenido hacia ellos una actitud de excesiva atención y protección que les generan grandes niveles de frustración cuando no tienen las herramientas para afrontar estos supuestos complicados.
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El motivo del exceso de ansiedad en los menores
Así lo explican a EFE los psicólogos Nika Vázquez y Enric Valls, que atienden asiduamente en su consulta a jóvenes que padecen problemas de salud mental, que se manifiestan especialmente en los momentos de toma de decisiones.
Valls señala que en estas edades juegan un papel muy importante los rasgos de personalidad y aquellos que peor lo pasan son "los más autoexigentes y los que quieren tener todo bajo control".
El hecho de, por ejemplo, no obtener calificaciones suficientes en las pruebas de acceso a la universidad, o de no tener plaza en la carrera elegida, o el simple hecho de tener que elegir una profesión sin tener claras las preferencias generan en muchos menores un exceso de ansiedad que puede llevar a la depresión, y, por consiguiente, a ideas suicidas.
Tienen un nivel de exigencia muy alto
Valls recuerda que la persona que se quiere suicidar no quiere acabar con su vida sino "con una situación límite, que le causa mucha angustia y de la que no sabe salir".
El psicólogo explica que además existen centros educativos que generan mucho presión en la nota del alumnado, les advierten de que se juegan mucho y que tienen un nivel de exigencia muy alto sin hacer "un refuerzo positivo, ni atender a la calma y a la tranquilidad".
Eso puede ocasionar que si el menor tiene rasgos de perfeccionismo o autoexigencia se convierta "en una bomba", y si además pasa por situaciones traumáticas como la pandemia del covid, el fallecimiento de algún familiar o una separación de sus padres, las posibilidades de tener problemas de salud mental se multiplican.
La sobreprotección paternal
Nika Vázquez asegura que otro factor negativo es la sobreprotección y la sobreimplicación de los padres, los llamados "padres helicóptero", que no dan ninguna independencia a los niños y que hace que "se vean chicos y chicas de 20 o 25 años que acudan a consulta y digan: 'no sé hacer nada, me lo han hecho todo mis padres'".
Los padres, ante la educación y los estudios, añade la psicóloga, "deben tener una actitud de acompañamiento y darles la confianza para que sepan que ellos pueden, no hacer el camino por ellos". Se trata de decirles: "Hazlo tú y yo estoy aquí cuando tengas dudas", añade.
De lo contrario, ante las situaciones complicadas aparecen los problemas y la dificultad porque "no tienen las herramientas para poder enfrentarlas", y aparecen "unos niveles de frustración altísimos que llegan a provocar que los jóvenes se autolesionen en unos porcentajes escalofriantes".
"Necesitan una oportunidad para hablar con alguien"
Valls explica que entre el 10 y el 30 % de los adolescentes españoles, a la hora de afrontar la selectividad, "van a tener ansiedad" como "mecanismo ante una situación que no controlan".
Los psicólogos aconsejan acudir a los profesionales de la salud mental porque incluso "aunque veamos que tenemos chavales sanos, a veces necesitan una oportunidad para hablar con alguien y hay muchas cosas que no quieren hablar con los padres". Sobre todo "que no se queden en silencio y que no se hagan daño", asegura Vázquez.
La experiencia en el extranjero
Ante la posibilidad de que los jóvenes puedan pasar un año en el extranjero antes de que empiece la universidad, como se hace tradicionalmente en los países del norte de Europa, los psicólogos alertan de que debe ser algo que ellos elijan.
Para Vázquez puede ser "algo muy positivo", una experiencia en la que pueden trabajar y pensar en sus posibilidades de futuro ya sea estudiando o desarrollando alguna otra profesión que no requiera estudios.
Pero, según alerta Valls, enviar a un joven al extranjero para "espabilarle" sin que esté estable emocionalmente "puede ser muy contraproducente". "Es como si una persona tiene una pierna rota y le dejas en una isla desierta", alerta.
Piden que los padres no proyectos sus sueños en los menores
Además, ambos insisten en que los padres "no proyecten sus sueños o frustraciones en los menores", que no les inciten a estudiar tal o cual carrera, sino "escuchar qué quieren hacer y motivarles", indica Valls.
Vázquez añade al respecto que los estudios "son importantes en sí mismos para conocer gente y vivir esa experiencia", pero "hay que darle un valor relativo al trabajo", porque "tu vida son más cosas al margen del trabajo".