“Tras años de relación, me he dado cuenta de que somos incompatibles”: ¿Es mejor romper o seguir intentándolo?

¿Es posible sacar adelante una relación cuando te has dado cuenta de que sois incompatibles? ¿Y cuando lleváis años juntos y te da pavor tirar por tierra todo lo vivido? Estas son las preguntas que se hace Raquel.

Raquel tiene 25 años y conoció a su pareja cuando ella empezaba la universidad. Ahora, casi siete años después, se ha dado cuenta de que tienen una manera de ser y una visión del futuro completamente diferente. “Yo quiero hijos y él no. No los quiero ahora, pero sí que los querré en algún momento, y me agobia saber que no cambiará de opinión, porque es lo que él dice claramente”, comparte con Yasss. “Además, somos muy diferentes. A él le gusta salir de fiesta, es muy despegado, le cuesta mucho hablar de sus emociones, y yo soy todo lo contrario. Pensé que o cambiaría o yo me adaptaría, pero ni una cosa ni la otra. Cada vez pesan más las diferencias y no sé qué hacer. ¿Estoy posponiendo una ruptura inevitable?”.

Incompatibilidad en la pareja: Las cinco áreas de conflicto

La incompatibilidad en la pareja surge cuando se dan diferencias importantes en:

  • La gestión emocional. Por ejemplo, que tú seas una persona muy sensible y tu pareja sea más fría, que seas una persona muy ansiosa y tu pareja más serena, que te guste hablar de tus emociones y tu pareja sea un libro cerrado, etc.
  • Los valores ideológicos. Por ejemplo, que tú seas feminista y tu pareja tenga conductas y comentarios machistas sin hacer autocrítica ni querer cambiar, que seas vegana y tu pareja se burle o no lo respete, etc.
  • Las expectativas de futuro. Por ejemplo, que tú quieras vivir en el extranjero y tu pareja no, que tú quieras tener hijos y tu pareja no, etc.
  • El estilo de afrontamiento de los problemas. Por ejemplo, que tú intentes hablar con tu pareja cuando hay un problema y ella se cierre en banda, que tengas una reacción asertiva y tu pareja sea pasivoagresiva, etc.
  • Las muestras de afecto. Que tu prefieras el contacto y tu pareja no, que te gusten las palabras de cariño y tu pareja no sea comunicativa, que te guste pasar tiempo de calidad juntos y tu pareja esté más pendiente del teléfono, que para ti sea importante el sexo y para tu pareja no, etc.

Somos incompatibles, ¿eso es un problema?

¿Podéis tener una relación sana si hay incompatibilidad en alguna de las cinco áreas? Depende de varios factores.

En primer lugar, de la importancia que tenga para ti el área en cuestión. Algunas incompatibilidades afectan mucho a la relación, pero eso depende de la persona. Para que me entiendas, hay parejas con ideologías completamente opuestas y eso no supone un problema, pero, por ejemplo, son incapaces de soportar la incompatibilidad en las muestras de afecto. Llevan mal que uno sea muy cariñoso y el otro más pasota. En cambio, hay personas que toleran esa incompatibilidad y se adaptan a la forma de expresar el afecto de su pareja, pero no pueden salir con alguien con unos valores distintos.

Por eso, párate a pensar en la incompatibilidad de tu relación. ¿Es algo que puedes pasar por alto o es algo que tarde o temprano acabará afectando a la relación o a tu salud mental?

En segundo lugar, de la posibilidad de cambiar. Si tu pareja es poco comunicativa, con tiempo y paciencia (y si es necesario, terapia psicológica), puede empezar a abrirse y expresar sus emociones. En cambio, hay otras áreas que quizá no cambiarán nunca: querer tener hijos, la importancia que tiene el sexo para ambos, los valores ideológicos…

Conviene hacer un ejercicio de autocrítica y de comunicación con la pareja. ¿Crees que tú puedes cambiar? ¿Quieres hacerlo? ¿Tu pareja puede cambiar? ¿Quiere hacerlo?

¿Es mejor romper o seguir intentándolo?

Si el área de incompatibilidad es muy importante para ti o para tu pareja, y ninguno de los dos está dispuesto a cambiar (o solo uno está dispuesto a ceder), la relación va a acabar entorpeciéndose.

Eso no significa que debáis dejarlo, pero sí podéis valorar daros un tiempo y un poco de espacio para reflexionar sobre vuestras necesidades.

Otra opción es pedir ayuda profesional acudiendo a un psicólogo o psicóloga. Muchas relaciones han logrado fortalecerse y superar sus baches gracias a la terapia de pareja.

Lo que está claro es que el esfuerzo depende de ambos. El problema no es que seáis incompatibles. Que tengáis necesidades, gustos u opiniones diferentes es algo completamente normal e incluso sano para crecer como personas y como pareja. El problema llega cuando solo uno está dispuesto a esforzarse, adaptarse o intentar salvar la relación, la ruptura será inevitable.