Vivir muchos años con buena salud es el objetivo de todos. Pero la buena salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un conjunto de factores que incluyen la genética, el entorno, la alimentación y el estilo de vida, parámetros que no siempre dependen de nosotros.

En biología la longevidad está relacionada con la evolución y la transformación de las células que forman nuestro organismo a lo largo de la vida y se puede definir como la vida media esperada en condiciones ideales.

En términos prácticos, longevidad es vivir el mayor tiempo posible en el mejor estado posible: funcionales y felices. La aspiración de cualquier persona es vivir muchos años con una salud plena a todos los niveles, físico, mental y emocional. Para lograr eso, tenemos clara la agenda: llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicio físico y desarrollar nuestro capital cognitivo (actividad intelectual y relaciones sociales).

Podemos hacer bien todos esos 'deberes', ¿pero sabemos lo que vamos a vivir? Si tuviéramos una herramienta para saber cómo estamos, al margen de la edad cronológica, y saber nuestros años biológicos, podríamos hacer más cambios en nuestro estilo de vida.

Sin embargo, responder a la pregunta de cuánto vamos a vivir no tiene una respuesta fácil. En consecuencia, ya hay una parte de la ciencia dedicada a estudiar los predictores de longevidad. Y, sorpresa, uno de ellos parece ser la fuerza de agarre.

La fuerza de agarre (hand grip o hand strength, en inglés) es la fuerza que tenemos en la mano para sujetar un objeto o estar suspendidos de él. Existen varios estudios que establecen una correlación entre una mayor fuerza de agarre y una mayor longevidad.

La pregunta es si un agarre fuerte es la consecuencia de otras acciones que marcan también una mayor longevidad (por ejemplo, hacer ejercicio de manera regular) o realmente hay un efecto directo. No se sabe, pero la correlación existe. Es probable que si podemos hacer ejercicio y hacer algunos ejercicios de fuerza, nos sintamos más saludables y fuertes, y, por tanto, tengamos más masa muscular y más fuerza.

Para ejercer más fuerza en el agarre tenemos que poner la atención en tres dedos: el meñique, el anular y el corazón. Por defecto, tendemos a hacer pinza con el pulgar y el índice; sin embargo, debemos hacer fuerza con los otros tres. Realizar ejercicios de gimnasio con una buena técnica, sujetando con fuerza la barra o las anillas con estos tres dedos, nos ayudará a desarrollar una mayor fuerza.

Existen otros ejercicios específicos para mejorar la fuerza de agarre, como son el el uso de pinzas o anillas de agarre o sostener un disco de gimnasio con los dedos.

En nuestra vida diaria hay muchas situaciones que pueden ayudarnos a ejercitar nuestra fuerza de agarre: levantar una maleta del suelo, la bolsa de la compra, o el cubo de la fregona, o nuestro propio volumen cuando intentamos levantarnos. En esos actos cotidianos debemos ser conscientes de la importancia de la fuerza de agarre y emplear nuestra fuerza de la manera adecuada.

De nuevo la duda que surge es si ejercitar la fuerza nos hace más longevos o si podemos emplear la fuerza porque gozamos de buena salud. Ya sea causa o consecuencia, la realidad es que mejorar la fuerza de agarre impacta de manera positiva en la longevidad. La próxima vez que te pidan añadir peso a tus mancuernas, no te hagas el remolón. Probablemente le estás añadiendo vida a tus años.