Hurgarse en la nariz nunca ha sido científicamente sano, ya que supone un punto de entrada rápido para los virus que se pueden contener en las manos. Ahora, un estudio realizado en Australia ha señalado que hurgarse la nariz puede incentivar la aparición de enfermedades como Alzheimer de aparición tardía.
El análisis llamado "Chlamydia pneumoniae puede infectar el sistema nervioso central a través de los nervios olfatorio y trigémino y contribuye al riesgo de enfermedad de Alzheimer", y publicado en la revista científica Scientific Reports, examinó la capacidad de las bacterias para poder viajar a través de las fosas nasales hasta el cerebro en ratones.
A través de estos sujetos pudieron comprobar la facilidad y rapidez con la que las bacterias pueden alcanzar el cerebro. "Chlamydia pneumoniae es un patógeno del tracto respiratorio, pero también puede infectar el sistema nervioso central (SNC)", según el estudio, que señala que existe una conexión "cada vez más evidente" entre una infección por C. pneumoniae en el sistema nervioso central y el desarrollo de demencia de inicio tardío. "Vimos que esto sucedió en un modelo de ratón, y la evidencia también es potencialmente aterradora para los humanos", aseguraban los investigadores.
Quienes también alertaban de la rápida propagación de la infección, "en ratones, se ha demostrado que la infección del SNC ocurre semanas o meses después de la inoculación intranasal", desde ese entonces comienza a desarrollarse el Alzheimer. "La infección por C. pneumoniae también resultó en la desregulación de vías clave involucradas en la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer a los 7 y 28 días después de la inoculación".
Para determinar los posibles causantes y poder desarrollar en un futuro nuevos tratamientos los mismo investigadores van a realizar el mismo experimento con humanos. Para poder así también determinar si las fosas nasales humanas son igual de fáciles, de cara a una infección, que la de los ratones. "Necesitamos hacer este estudio en humanos y confirmar si la misma vía funciona de la misma manera", afirmaron a través de un comunicado de prensa. "Lo que sí sabemos es que estas mismas bacterias están presentes en los humanos, pero no hemos descubierto cómo llegan allí", agregó St John, directo del Centro Clem Jones de Neurobiología e Investigación de Células Madre en la Universidad Griffith en el sureste de Queensland, Australia.