Puede que alguna vez te hayas preguntado quién envejece antes, hombres o mujeres y, a simple vista, tendría sentido pensar que, dado que las mujeres viven más como regla general, también su envejecimiento es más lento. Lo cierto es que la diferencia de edad en cuanto a la mortalidad de hombres y mujeres se ha ido reduciendo con el tiempo a medida que los trabajos de riesgo han perdido peso y ha mejorado paralelamente nuestra calidad de vida. Sin embargo, a pesar de esta reducción de la brecha (nos separan apenas 5 años), según un reciente estudio, el hombre envejece antes y más rápidamente que la mujer.
Existen distintos motivos por los que tradicionalmente las mujeres han vivido más que los hombres: desde la genética hasta las hormonas, pasando por el estilo de vida o el tipo de trabajo que cada sexo ha venido desempeñando. Sin embargo, algunos de estos factores han cambiado y la brecha entre unos y otros es cada vez más pequeña. De hecho, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2033 la esperanza de vida de los hombres será de 82,9 años, en los hombres y de 87,7 años en el caso de las mujeres.
A pesar de ello, lo cierto es que el envejecimiento del hombre se produce antes y de forma más rápida que en el caso de los varones, o al menos así lo asegura un estudio realizado por la Universidad de Jyväskylä, Finlandia. El estudio, publicado en la revista Journals of Gerontology: Series A, analiza las edades biológicas de parejas de gemelos del sexo opuesto y, a través del análisis de la edad y el envejecimiento biológico de éstos, se alcanzaron algunas conclusiones importantes en forma de diferencias entre sexos.
Así, comparando la edad cronológica real y la edad biológica, los hombres resultaron biológicamente mayores que las mujeres nacidas en el mismo año y, en general, tenían hábitos de vida menos saludables. El efecto del sexo sobre el envejecimiento biológico estuvo mediado en parte por el índice de masa corporal y, en los gemelos mayores, por el tabaquismo. El sexo se asoció directamente con el envejecimiento biológico y la asociación fue más fuerte en los gemelos mayores.
Para llegar a estas conclusiones se realizaron una serie de pruebas que estiman el declive del cuerpo en función de marcadores asociados a nuestro ADN. Los relojes epigenéticos estudian con precisión el envejecimiento y la esperanza de vida a través de análisis moleculares: para este trabajo se utilizaron cuatro relojes epigenéticos distintos para con delfín de obtener una mayor precisión, estimando la edad biológica en años empleando los distintos niveles de metilación del ADN.
Otro dato interesante que se desprende del estudio es que la diferencia de edad biológica se mantuvo considerando el tabaquismo, la obesidad y el consumo de alcohol. En conclusión, a la edad de 50 años, los cuerpos masculinos contaban con hasta cuatro años biológicos más que los cuerpos femeninos de la misma edad cronológica.