Una de cada cuatro personas puede sufrir dolor crónico a lo largo de su vida, una patología que requiere de la colaboración de distintos especialistas médicos y para la cual no se destinan suficientes recursos, según el psicólogo Rubén Nieto, coautor del libro 'Dolor y Psicología: Por qué es necesaria la persona especialista en dolor'.
En una entrevista con EFE con motivo de la celebración mañana, 17 de octubre, del Día Mundial del Dolor, Nieto, que también es profesor de Psicología en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), comenta que, aunque hace tiempo que se conoce la relación entre el dolor físico y psicológico, "no hay recursos ni formación para trabajarlo desde la perspectiva multidisciplinar que incluya áreas como la fisioterapia en el tratamiento".
El psicólogo, que acaba de publicar el libro junto a Mayte Serrat, la fisioterapeuta, psicóloga sanitaria y miembro del Grupo de Trabajo del Dolor Crónico, ha recordado que el dolor supone un gasto en España de 16.000 millones de euros al año, un 2,5% del PIB, y que la pandemia ha empeorado la salud mental de la ciudadanía y por ende también los dolores crónicos.
Según Nieto, un 17 % de la población española está sufriendo actualmente dolor crónico y el 12 % de estos casos están clasificados en una severidad entre intensa y moderada.
Las patologías más prevalentes que provocan este tipo de dolor son el dolor lumbar, el dolor causado por un nervio dañado, el dolor muscular o de los huesos y la artrosis, que afecta a más de un 50% de la población mayor de 65 años de España.
El profesor de Psicología ha remarcado que el dolor es "una experiencia compleja y subjetiva" que depende de muchos factores internos y externos y que, aunque no haya una evidencia física de este sufrimiento, "en un 99% de los casos nadie se inventa que le duele algo, y aún menos, de forma reiterada".
En opinión de este especialista, el estereotipo social que presenta al hombre como una figura 'fuerte' hace que haya menos diagnósticos de dolor crónico en hombres que en mujeres (un 40% de los casos son hombres y el 60% mujeres, "no porque no lo sufran, sino porque se visitan menos", señala.
Reconoce, sin embargo, que hay enfermedades como la fibromialgia -dolor generalizado- que se diagnostica más frecuentemente en las mujeres, sin que se sepa cuál es la razón.
El psicólogo advierte de la complejidad del diagnóstico y tratamiento del dolor, que afecta tanto a la condición física como al estado mental de las personas, y lamenta que, aunque se ha avanzado mucho científicamente, "la realidad clínica es muy distinta a la teoría".
La realidad clínica es que no existe la posibilidad de ofrecer visitas con distintas unidades médicas, por lo que, según Nieto, en la mayoría de ocasiones estos casos se tratan únicamente en la medicina familiar sin tener en cuenta la complejidad de la situación.
Más allá del tratamiento médico, Mayte Serrat remarca que el entorno más cercano a las personas que padecen dolor crónico, aunque no vean una evidencia física del dolor, deben aceptar y comprender el proceso que la persona está viviendo.
"Es importante -según Serrat-, que no se limiten a hacer las tareas que la persona dice que no puede hacer, porque a la larga el sentimiento de incapacidad será mayor. Es mejor esforzarse poco a poco e intentar que mantenga un buen estado de ánimo".
Nieto habla de un "círculo vicioso" en el que el estado de ánimo juega un papel esencial, ya que, afirma, "si nos sentimos tristes, por ejemplo, tendremos una tendencia a ver las cosas de manera más negativa y nos afectarán más".