La psicóloga Marina Pinilla comparte siete señales que indican que habéis cruzado el límite de la dependencia emocional
¿Cómo pedirle más espacio sin que acabe en discusión? Te damos cinco pautas para que la conversación no sea un drama
Cuando empiezas a salir con una persona, es normal que te apetezca veros todos los días, hacer mil planes a solas y conoceros a fondo. Cada minuto separados, le echas de menos, pero poco a poco la relación va exigiendo cierto espacio para que funcione. De lo contrario, podéis llegar a agobiaros e incluso desarrollar cierta dependencia emocional.
Mi pareja me agobia, ¿es una relación dependiente?
Lo primero que debes saber es que el hecho de que tu pareja te agobie, no significa necesariamente que tengáis una relación codependiente. Lo cierto es que cada persona tiene unas necesidades afectivas, y puede que las de tu pareja y las tuyas sean diferentes.
Normalmente, esta diferencia en cuanto al tiempo que queréis pasar juntos se va sobrellevando, pero puede estallar en situaciones muy concretas. Por ejemplo, al iros a vivir juntos. Estáis en la misma casa veinticuatro horas y siete días a la semana, y de repente te entra el agobio porque ya no tienes ningún momento de soledad. Es normal sentirte saturado y necesitar independencia, y por norma general, con una conversación asertiva se puede solucionar. El problema surge cuando evitamos hablar del tema y nos agobiamos cada vez más, pudiendo desarrollar dinámicas de dependencia emocional.
Pero, ¿cómo sé si mi relación ha cruzado el límite de la dependencia emocional?
Tu pareja te hace sentir que si no estás, su vida no tiene sentido.
Cuando haces planes por tu cuenta (quedar con tus amigos, ir a trabajar, hacer un pequeño viaje) tu pareja lo pasa muy mal, se siente vacía, se queja constantemente y te acabas sintiendo culpable.
Muchas veces, tu pareja se acopla a tus planes. A veces no te molesta, pero otras veces sientes que está de más. Echas de menos pasar un rato a solas con tus amigos.
Aunque pasáis mucho tiempo juntos, ha llegado un punto en el que no hacéis nada en especial. Quizá estáis mirando el móvil o dando un paseo sin hablar, y no disfrutáis tanto de estos planes vacíos.
Hay sentimientos de celos de por medio.
A tu pareja le cuesta mucho hacer cosas sola. No queda con amigos, no tiene aficiones, te pide que le acompañes de compras siempre, etc. Muchos planes que son suyos acabáis haciéndolos juntos.
No puedes decirle que necesitas más independencia porque lo interpreta como un ataque y acabáis teniendo una discusión.
Quiero más espacio, ¿cómo se lo digo para no hacerle daño?
El primer paso es preguntarte qué es lo que necesitas en la relación. Antes de hablar, tienes que tener claro lo que no te gusta, lo que sí te gustaría y lo que hay que cambiar de la relación para llegar de un punto a otro. Esto significa crear límites y es una tarea que todas las personas deberían hacer, sobre todo en una relación.
Una vez tengas claras tus necesidades, llega el momento de hablar con tu pareja. Es muy importante escoger un buen momento. Normalmente, este tema de conversación no sale, sino que estalla cuando estáis muy saturados, y en consecuencia acabáis discutiendo. Por eso lo ideal es hablar de ello cuando estéis tranquilos, a solas y sin ningún conflicto de por medio. Evita hablar de ello justo cuando vayas a comunicar que tienes un plan importante que quieres hacer solo (por ejemplo, irte de vacaciones, un cumpleaños de algún amigo, etc.), porque quizá tu pareja se pone a la defensiva. Este consejo cuesta mucho aplicarlo, porque pensamos que vamos a arruinar un momento de felicidad con una conversación incómoda. Créeme, hablar de vuestros límites cuesta, pero hacerlo de forma tranquila, seria y constructiva es la mejor manera de dar pie a una relación sana.
Tras la conversación, toca ponerse manos a la obra. Dedica todas las semanas momentos solo para ti y anima a tu pareja a hacer lo mismo. Podéis hablar de ello con naturalidad ayudándole a elegir nuevas aficiones o animándola a quedar con alguna amistad. En otras palabras, planificad vuestro ocio a solas para que sea más fácil llevarlo a cabo y no se convierta en un constante “para la semana que viene ya lo hago”.
Cuando tu pareja empiece a ser más independiente, halaga su cambio. Esta es una de las tareas más importantes. Tu pareja debe notar que reconoces su esfuerzo y que la relación mejora gracias a tener más autonomía.
Es posible que tu pareja se sienta algo insegura al principio, pero no cedas ante la culpabilidad. Dedicar tiempo solo para ti es sano, es importante para tu autoestima y es una forma de asegurarte una relación sana, duradera y feliz.