No es lo mismo estar jugando a un juego online mientras hablas con una persona o un grupo de personas, que entonces eres un mal educado, que no comer o dejar de dormir porque necesitas terminar la partida y después echar otra y otra. La diferencia entre abuso y adicción en fundamental. Tampoco es igual consumir pornografía siempre que puedes que no poder evitarlo y que para calmarte o regular tus emociones necesites consumir porno.
“El problema es que a día de hoy la gente llama ‘adicción’ a cualquier cosa, pero es mucho más complejo", explica Francisco Ferre Navarrete, director de la clínica AdCom, el primer centro público para la prevención, tratamiento e investigación en adicciones comportamentales en el instituto de Psiquiatría y Salud Mental del hospital Gregorio Marañón, que abrió sus puertas el pasado 26 de julio y que desvela que las causas más demandadas en este mes de vida ha sido la adicción al sexo en el caso de los adultos y de los videojuegos y las redes sociales en el de los más jóvenes. Hablamos con Ferre para que nos cuente cómo ha transcurrido este primer mes de vida del centro.
Pregunta. ¿Cuáles son las adicciones que más se están viendo?
Respuesta. Lo primero es recalcar que no hay tantas adicciones como se cree. Por eso la creación de esta clínica es fundamental. Hay que aclarar si una conducta, que en algunos casos puede ser percibida como molesta o problemática, representa un síntoma de una adicción. Desde el comienzo del servicio, la demanda ha sido más alta de lo esperado. En este mes, 80 adultos y 20 menores han contactado con nosotros para que valoremos si realmente hay una adicción en su conducta. Se ha visto que el 33% de las personas que han acudido se considera adicta al sexo, un 23 % adicta al juego y juego online, un 21 % a los videojuegos y redes sociales y un 16 % se considera adictos a las compras. Son, en definitiva, adicciones que no incluyen el consumo de sustancias (drogas y alcohol) y que pueden tener las mismas consecuencias y hacer que las personas estén esclavizadas y su vida se condicione completamente. De aquí a un año vamos a tener datos de más de 4.000 pacientes. Será una muestra excepcional para conseguir avanzar en un campo que sigue siendo difícil de investigar.
P. ¿El 33 % de las personas que han acudido se considera adicta al sexo?
R. Bueno, la adicción al sexo tiene la variedad presencial y pornoadicción, la mayoría de los casos que estamos viendo mezclan las dos cosas. Hay que distinguir entre la gente que consume sexo presencial o porno de forma intensa y compulsiva, pero que disfrutan de ello, les gusta. Pero, hay otro grupo de personas que no les gusta, hay gente que sufre mucho porque no puede evitar que para calmar su angustia o regular sus emociones necesite tirar del sexo. Llega un momento que le causa un sufrimiento tal que pide ayuda; "por favor haga algo para que yo deje de hacer esto". Creo que en este campo se puede hacer mucho, es a ellos a quienes hay que ayudar, aunque creo que va a haber menos adictos de lo que la gente cree. También puede haber personas que quieran justificar conductas que no son enfermedad para clasificarse como adictos. Para eso estamos aquí, porque adictos hay muy pocos y gente que se lo cree mucha.
P. Videojuegos y redes sociales son para los jóvenes ¿no?
R. Las adicciones al videojuego afectan sobre todo a un colectivo joven. Hay que destacar que desde que ha empezado el proyecto ha sido en verano donde los chavales están de vacaciones y hay menos problemática con las redes sociales y los videojuegos. La adicción al videojuego puede ser en solitario pero también multionline y hemos comprobado que realmente es muy atractivo y hay mucha gente enganchada. En relación a las redes sociales también hemos visto que hay cada vez más gente que condiciona su vida por un "me gusta" es lo gratificante conseguir followers. Pero también, tiene otro componente, que no tiene que ver con lo adictivo y es todo lo que influye en el desarrollo psicológico de los jóvenes y se está poniendo en cuestión la autoestima en base a la imagen, la exhibición demostrar que uno tiene una vida maravillosa y lo expone.
P. ¿Cómo surge este proyecto?
R. Este proyecto estaba previsto para comenzar justo antes de la pandemia, pero se tuvo que parar hasta que ha visto la luz hace más de un mes. Así retomamos el hecho de que existe un grupo reducido pero importante de personas que se encuentran atrapadas, esclavizadas en conductas de las que no pueden escapar y que condicionan su vida claramente. Afortunadamente son pocas, pero las que son, necesitan un tratamiento porque habitualmente debajo suele haber un trastorno metal por lo que es muy importante que la psiquiatría intervenga.
P. ¿En todos los casos hay un trastorno metal detrás?
R. Sí, en casi todos, los trastornos mentales más frecuentes son ansiedad, depresión, TDH, déficit de atención. Es lo que llamamos una patología dual, que es cuando dos trastornos mentales coexisten y uno condiciona a otro y viceversa. Sería una adicción comportamental con un trastorno mental subyacente. Detrás de todo esto hay claramente una vulnerabilidad, no todo el mundo que ve porno, no todo el mundo que juega, o hacen compras compulsivas es un adicto a eso, pero es importante saber quién son, porque son vidas que pueden sufrir grandes daños en su vida a nivel personal, familiar y laboral.
P. ¿Qué señales indican el paso a la adicción?
Se empieza por el abuso, es decir, una dedicación excesiva a una conducta adictiva, se sigue con la tolerancia que supone, que va notando que cada vez necesita más cantidad de tiempo para alcanzar el mismo disfrute. Cada vez lo hecho más de menos y necesito, por ejemplo, jugar más horas. Llega un punto en el que, necesitas, jugar, o ver porno y no puedes dejar de pensar en ello y si te privan de esa conducta empieza a sentir mal estar físico y psicológico, es el síndrome de la abstinencia. La última señal son las consecuencias negativas que tiene.la adición y que a pesar de ser consciente de que está arruinando su vida no puede parar ni salir de ahí. Quien tiene un adicción a las compras puede acabar gastando el sueldo entero en objetos que acumula en casa sin estrenar, endeudarse y sufrir una depresión.
P. ¿Si creo que tengo una adicción que tengo que hacer?
R. Lo mejor es lo sencillo que es. Hemos conseguido que cualquier madrileño que tenga tarjeta sanitaria pueda acceder a la primera fase que es la más importante; la detección. Nuestra PCR, por decirlo de alguna forma, es el proceso de cribado, donde ofrecemos a la población en general que tenga dudas sobre si tiene algún problema de este tipo, la posibilidad de saber entre tres opciones. Una, no tiene nada, pero está abusando de más. Aquí se les recomiendan que sean más sanos en sus hábitos. Dos, si ya es un uso de riesgo y está empezando a alcanzar una frecuencia preocupante, por lo tanto se les sugiere que acuda a distintos dispositivos donde le dan una formación y psicoeducación para que sepa manejarse y saber que está en riesgo. Tres, si realmente tiene un trastorno adictivo y un trastorno mental debajo, entonces será atendido como paciente nuestro.
P. ¿Es un proceso confidencial?
R. Exacto y eso es lo bueno. Entras directamente en la página de AdCom Madrid y solicitas una cita para hacer un test que después se envía y queda reflejado en tu historia clínica, sin pasar por el filtro del médico de cabecera o el centro de salud. Hay dos grupos; menores y adultos. Esto es pionero, que podamos hacerlo con esta rapidez, tenemos la posibilidad de dar respuesta a los pacientes en menos de una semana. Muchos pacientes nos lo han agradecido. El no tener que ir al médico de cabecera y contarle que eres adicto al sexo y a la pornografía y que de ahí te deriven a otro médico y a otro. Esto es bueno para los pacientes.
P. ¿Qué proceso se sigue para las adicciones?
En este más de un mes que llevamos de vida se ha hecho 80 cribados a adultos y 20 a menores. De ellos tienen una adicción real y están ya en tratamiento 28 adultos y 4 menores, mientras que el resto han sido derivadas a otros dispositivos de la sanidad madrileña o se ha descartado esta problemática. A las 32 personas que se les está tratando se les ha dado cita con nuestro equipo en el que hacemos un abordaje integral médico y psicológico y se les organiza un plan individual. La mayor parte de las veces el plan individual se medita si tiene un trastorno mental que necesita medicación, que por supuesto se la dará el psiquiatra, pero la parte psicoterapéutica son intervenciones grupales donde intentamos que la gente aprenda a controlar la impulsividad, saber esperar y saber parar, que es el problema de estas conductas que no son capaces de frenar ese impulso.