¿Debo vacunarme de la viruela del mono?: pautas y recomendaciones
Los casos de viruela del mono continúan extendiéndose en todo el mundo
No hay dosis específicas contra la 'monkeypox', pero las vacunas contra la viruela previenen e incluso reducen la gravedad de la enfermedad, según Sanidad
Un afectado por la viruela del mono relata los síntomas tras su contagio: “Pica muchísimo”
Los casos de viruela del mono continúan extendiéndose en todo el mundo. La enfermedad zoonótica es oficialmente una emergencia de salud pública internacional y múltiples países se afanan en implementar medidas y protocolos para intentar combatirla y minimizar su impacto. Recientemente, un informe publicado en ‘The Lancet’ deja patente, de hecho, apunta que el 40% de los pacientes contagiados sufren complicaciones que requieren tratamiento médico; unas conclusiones que nacen de un estudio en el que han colaborado tres hospitales españoles: el Hospital Universitario 12 de Octubre, el Germans Trias-Fundació Lluita contra les Infeccions y el de Vall d'Hebron.
Con el propósito de atajar y mitigar su expansión y sus efectos, actualmente hay dos vacunas frente a la viruela que pueden prevenir la enfermedad de la viruela del mono e incluso reducir la gravedad de la misma en caso de desarrollarla: las vacunas IMVANEX® y JYNNEOS®, ambas del laboratorio Bavarian Nordic A/S.
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En este caso, no producen lesión de inoculación, como ocurría con las vacunas clásicas de la viruela, que dejaron su huella en toda una generación.
Respecto a su funcionamiento, la vacuna contiene virus modificados que no son capaces de producir ni transmitir la enfermedad a otra persona. Su uso, específicamente, se prevé para proteger frente al virus tanto antes de estar expuesto a él como después de haber tenido contacto con él.
Las vacunas contra la viruela pueden conferir protección cruzada contra la 'monkeypox'
No obstante, cabe subrayar: no son vacunas específicas contra la viruela del mono, conocida en inglés como ‘monkeypox’ y abreviada como MPX. En la UE, de hecho, no hay ninguna autorizada contra ello, pero sí se ha estimado que la vacunación previa frente a la viruela “puede conferir protección cruzada frente a la MPX”, tal como explica el Ministerio de Sanidad.
En este sentido, los datos previos de África, –donde se registraron los primeros casos y donde se concentraban los brotes activos–, sugieren que las antiguas vacunas frente a la viruela, incluso de primera generación, protegen y “tienen una efectividad mayor del 85% frente a la viruela del mono”.
La vacunación contra la viruela y la viruela del mono
En España, la vacunación antivariólica comenzó en 1903, siendo obligatoria entre 1944 y 1979, administrándose a los 20 meses de edad. No obstante, las coberturas fueron declinando en los últimos años de vacunación, sobre todo desde 1972, “posiblemente por la eliminación de la enfermedad en España y Europa y la menor percepción de riesgo”, en palabras de Sanidad.
Desde 1979, la OMS recomienda la vacunación solo a quienes desempeñan su trabajo en laboratorios con el virus o a personas expuestas a otros ‘orthopoxvirus’.
Acercándonos más a nuestros días, en 2013 la Comisión Europea autorizó la vacuna IMVANEX para la inmunización activa frente a la viruela en adultos; una vacuna de tercera generación aún más segura que las anteriores. Más tarde, EEUU haría lo propio, pero bajo el nombre de JYNNEOS, para la prevención de la viruela y la viruela del mono.
¿Cómo se administra la vacuna de la viruela?
Respecto a las pautas de administración, la vacuna de IMVANEX se administra en dos dosis separadas por 28 días, y se inocula por vía subcutánea.
Aunque no hay estudios de eficacia en humanos, los análisis realizados en animales sugieren que brindaría una protección plena frente a la viruela del mono. Además, “no se tiene registro de ninguna reacción adversa tras su administración”. Los efectos secundarios más comunes son “dolor, enrojecimiento, hinchazón y picor en el lugar de la inyección”, al tiempo en que “algunas personas también refieren dolor muscular, dolor de cabeza, fatiga, náuseas y escalofríos”.
La vacuna, no obstante, no está autorizada para su uso en población infantil, embarazadas y mujeres lactantes, aunque no se contraindica en estas poblaciones y en países como Reino Unido se ha empleado en los brotes ocurridos en población infantil.
¿En qué casos debo vacunarme contra la viruela del mono?
Atendiendo a las recomendaciones de uso de la vacunación ante el brote actual de viruela del mono, el Ministerio de Sanidad recalca, en primer lugar, la escasez de vacunas y la limitada disponibilidad de las dosis. Ello condiciona directamente su administración, y ante ello establece un orden de prioridad en el que, en primer lugar, se recomienda la profilaxis preexposición, es decir, antes de estar expuesto al virus, y en segundo la profilaxis posexposición, esto es, después de haber tenido contacto con el virus.
De esto modo, se recomienda prioritariamente la vacunación en las personas que no hayan pasado la enfermedad con mayor riesgo de exposición:
- Personas que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, fundamentalmente pero no exclusivamente GBHSH (Gays, Bisexuales y Hombres que tienen sexo con Hombres) incluidas dentro de las indicaciones de la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) o con infección por el VIH en seguimiento en las consultas hospitalarias y que no hayan pasado la enfermedad.
- Personas con riesgo ocupacional como personal sanitario en consultas especializadas en atención de ITS/VIH que atienden a personas con prácticas de alto riesgo y personal de laboratorio que manejan muestras potencialmente contaminadas con virus Monkeypox o personal que se encarga de la desinfección de superficies en locales específicos donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo.
En lo que se refiere a la profilaxis posexposición, se recomienda en:
- Contactos estrechos de casos confirmados con alto riesgo de enfermedad grave, entre las cuales se encuentran las personas con inmunodepresión, incluyendo infección con VIH con ˂200 cél/ml; las mujeres embarazadas en cualquier estado de gestación; la población infantil de cualquier edad.
En este punto, Sanidad reitera: “la vacunación en la población infantil (menor de 18 años) y en mujeres embarazadas no está contemplada en la ficha técnica de la vacuna IMVANEX, sin embargo, la enfermedad puede ser más grave y causar secuelas”. Y en este punto insiste en que “hay experiencia de utilización de vacunas de viruela en brotes de monkeypox” y “se recomienda la utilización de un consentimiento informado en estos grupos de población tras realizar una evaluación individualizada del riesgo/beneficio”.
- Otras personas ya incluidas en el protocolo para el manejo de casos: personal sanitario que haya tenido un contacto cercano (inferior a 1 metro en la misma habitación) sin EPI o que ha presentado alguna incidencia en el uso del EPI; personal de laboratorio que maneje muestras de pacientes sospechosos o confirmados de MPX que ha presentado alguna incidencia en el uso del EPI; contactos estrechos (independientemente de su vulnerabilidad) de casos confirmados, en caso de mayor disponibilidad de dosis.
Así, en resumen, la priorización que hace Sanidad es, en este orden:
- “La profilaxis preexposición para las personas menores de 45 años de edad que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, fundamentalmente pero no exclusivamente GBHSH (Gays, Bisexuales y Hombres que tienen sexo con Hombres) incluidas dentro de las indicaciones de la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) o con infección por el VIH en seguimiento en las consultas hospitalarias y que no hayan pasado la enfermedad, ni recibido la vacuna de viruela con anterioridad”.
- “La profilaxis posexposición de contactos estrechos de casos confirmados, sobre todo aquellos con alto riesgo de enfermedad grave (población infantil, las embarazadas y las personas con inmunodepresión), así como personal sanitario y de laboratorio con contacto con casos confirmados y que hayan tenido alguna incidencia en el uso de EPI
A este respecto, dada la escasez de vacunas, se administrará una sola dosis en la profilaxis preexposición. La segunda se administrará cuando se disponga de un mayor número de dosis.
En profilaxis posexposición, igualmente, se administrará una sola dosis en los primeros 4 días tras el primer contacto estrecho, aunque podrá ofrecerse hasta los 14 días. La segunda dosis se completará cuando haya más vacunas, y, de hecho, “en las personas con antecedente de vacunación frente a la viruela se podría valorar suprimir la administración de una segunda dosis”.
En cualquier caso, detalla Sanidad, en ambos tipos de profilaxis se administrarán dos dosis, separadas al menos 28 días en personas inmunodeprimidas, incluyendo personas con infección con VIH con CD4 ˂200 cél/ml