Con el Día Internacional del Orgasmo Femenino ocurre lo mismo que con cualquiera de estas fechas señaladas: ojalá no fuera necesario un recordatorio anual de la importancia de aquello que se conmemora. Sin embargo, en pleno siglo XXI siguen existiendo mucho mitos (y mucha desinformación) en torno al orgasmo femenino. Esta jornada, que tiene lugar cada 8 de agosto, trata de poner el foco en la importancia de la sexualidad femenina y el derecho al placer de las mujeres.
Día del Orgasmo Femenino 2022: ¿Cuántos tipos hay y qué mitos existen sobre el clímax en las mujeres?
La celebración del Día del Orgasmo Femenino es bastante reciente: en 2006, el concejal de Esperantina (Brasil),José Arimateia Dantas Lacerda, impulsó una ley para defender el placer sexual en las mujeres y estudiarlo, dándole la categoría de cuestión de salud pública. El origen de esta preocupación fue un estudio de la Universidad Federal de Piauí, que detectó que nada menos que el 28 por ciento de las encuestadas no eran capaces de llegar al orgasmo o tenían dificultades para lograrlo.
Lo cierto es que existen muchos condicionantes que, a lo largo de la historia, han terminado por relegar la cuestión del placer femenino a un segundo plano. Aunque existen estudios relativamente antiguos acerca de esta temática (con Freud como paradigma de lo erróneo), en las últimas décadas se han multiplicado los estudios relacionados con el orgasmo femenino desde una perspectiva más realista y menos falocentrista.
Pero quizás el cambio más importante ha sido social: en plena era del Satisfyer, mujeres (y hombres) hablan de la sexualidad femenina cada vez con mayor naturalidad, un pilar básico para derribar mitos y construir relaciones más satisfactorias. Además, la educación sexual que viene deja de girar en torno a todos los aspectos potencialmente negativos del sexo (enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados...) y busca un enfoque que ponga en valor el derecho al placer, más allá del coitocentrismo.
Todo ello ayuda a dar a esta cuestión la importancia y el lugar que merece, más allá del influjo del machismo, de la pornografía o de la desinformación y la falta de educación. Por eso la mejor forma de celebra el Día del Orgasmo Femenino es derribar algunos de los mitos que siguen perpetuándose en torno al placer de la mitad de la población mundial:
El orgasmo clitoridiano es "inmaduro". Para Sigmun Freud, los orgasmos clitoridianos eran inmaduros, infantiles y constituían una evidencia de trastorno mental. El verdadero orgasmo u orgasmo "maduro" era el vaginal: de lo contrario, si la mujer no "trasladaba su centro de sensibilidad" a la vagina, quedaba etiquetada de frígida. Una forma muy sencilla de trasladar a la mujer el peso del desconocimiento, la falta de interés o la falta de pericia masculina.
Existen distintos tipos de orgasmo. Diversos estudios demuestran que, en realidad, lo que llamamos "orgasmo vaginal" es un orgasmo clitoriano, solo que llegamos a él a través de una zona de estímulo distinta, gracias a la penetración. Para la mayoría de mujeres, el orgasmo vaginal no existe: solo un pequeño porcentaje consigue alcanzarlo (alrededor de un 3 por ciento). La estimulación directa del punto G puede ser de gran ayuda y, en realidad, existen muy distintas formas de generar placer: de hecho, hay mujeres que no necesitan estímulo físico alguno para alcanzar el climax. Nuestro cerebro es, en definitiva, el gran responsable de nuestro placer, y disfrutar de la sexualidad es mucho más sencillo cuando nos sentimos absolutamente cómodas y conectadas con nuestro cuerpo.
El orgasmo es más difícil en la mujer y tarda más en llegar. Por muy excitada que estés, llegar al orgasmo mientras tu pareja te toca una oreja es prácticamente imposible. De la misma forma, si tu forma de alcanzar el climax es a través de la estimulación del clítoris, podrás disfrutar de cualquier otro tipo de contacto, incluyendo la penetración, pero jamás llegarás al orgasmo si tu pareja ignora esa zona clave. Las mujeres no tardan más en llegar al orgasmo: solo necesitan escucha, empatía, interés y un par de conocimiento básicos por parte de sus parejas sexuales.
Masturbarse hace que te cueste más disfrutar en pareja. Ocurre todo lo contrario. Muchas veces las dificultades y trabas a la hora de disfrutar plenamente del sexo se encuentran únicamente en nuestra cabeza. Especialmente en el caso de las mujeres, haber recibido una educación que niegue su derecho al placer o que estigmatice la verbalización de sus necesidades sexuales tiene mucho que ver con los bloqueos que suelen experimentarse en la cama. ¿Qué mejor forma de romperlos que conocer nuestro cuerpo y disfrutar de él? Saber lo que te gusta es el primer paso para poder transmitirlo y solicitarlo a tus parejas sexuales.
Por último (aunque no hacen falta razones), estos son algunos de los beneficios que aporta el orgasmo femenino: es un maravilloso ejercicio para el suelo pélvico, activa la memoria, disminuye el umbral del dolor, favorece el sueño y el descanso, mejora el flujo sanguíneo, combate el estrés, refuerza el sistema inmunitario, nos pone más felices y hasta mejora la calidad de nuestra piel.