El aumento de la esperanza de vida y los avances médicos y tecnológicos alcanzados en los últimos años han hecho que los futbolistas puedan jubilarse más tarde. Si hasta hace unos años era bastante raro que estos deportistas siguieran jugando al máximo nivel una vez cumplidos los 35, hoy en día podemos ver a grandes estrellas que siguen dándolo todo en las más altas competiciones con un par de años más a las espaldas.

Ejemplo de ello tenemos en Cristiano Ronaldo, que el pasado mes de febrero cumplió los 37 años y que hoy en día sigue jugando en el Manchester United, uno de los clubes más prestigiosos de la liga inglesa. También en Lionel Messi, que acaba de cumplir los 35 y sigue al pie del cañón como delantero en el PSG, donde comparte equipo con Sergio Ramos, que en este 2022 cumplió los 36 años. 

Si nos fijamos en nuestra liga, tenemos el claro ejemplo de Karim Benzema. El delantero y capitán del Real Madrid, que esta temporada ha ganado tanto la Liga como la Champions, cumplirá los 35 el próximo mes de diciembre y es uno de los jugadores con más papeletas para llevarse el Balón de Oro, lo que demuestra que su rendimiento sigue siendo espectacular “a pesar de” superar ya los 30.

Aunque si hablamos de fútbol y longevidad, no podemos olvidarnos de mencionar a uno de los mejores porteros de la historia: Gianluigi Buffon. A pesar de que en este 2022 el guardameta juegue ya en la Serie B de la liga italiana con el Parma Calcio, el equipo con el que debutó, hasta el año pasado cubría la portería de la Juventus de Turín, el club al que ha dedicado la práctica totalidad de su trayectoria profesional y que abandonó a los 43 años, que se dice pronto.

Si comparamos las edades de estas estrellas con la edad que tenían algunos de los grandes astros de este deporte cuando se jubilaron, podemos apreciar este sutil cambio de tendencia. Hablemos, por ejemplo, de los cuatro grandes del fútbol, es decir: Pelé, Cruyff, Maradona y Di Stéfano. 

De ellos, el que tuvo la trayectoria más larga fue Di Stéfano, que colgó las botas con 39 años y tras jugar dos temporadas con el Espanyol. Un poco antes, con 37 años, se despidieron de los aficionados Cruyff y Maradona, y cuando quedaban tan solo un par de días para que cumpliese los 37, Pelé decidió poner punto y final a su carrera en el mundo del fútbol. 

Que los futbolistas ahora puedan mantener un alto rendimiento con una edad más cercana a los 40 que a los 30 se debe, principalmente, a los avances médicos y tecnológicos, que han permitido que se pueda tratar mejor a estos astros durante el proceso de rehabilitación de una lesión y que, además, han ayudado a que se puedan prevenir mejor los efectos de estos accidentes. 

A pesar de que está demostrado que los deportistas pierden facultades con el paso de los años, las mejoras alcanzadas tanto en la prevención como en la rehabilitación de lesiones han permitido que este “declive” pueda retrasarse. 

Actualmente, se calcula que la edad media de retiro de un futbolista se sitúa en torno a los 37 o 38 años, aunque esta cifra puede reducirse dependiendo de algunos factores, como el tipo de vida y alimentación que lleve fuera del campo, los excesos en los que pueda llegar a caer o, naturalmente, de las lesiones que pueda llegar a sufrir. 

Y es que a pesar de los avances alcanzados, hay lesiones que, llegada a una cierta edad, pueden acabar por completo con la carrera de un deportistas de élite. Y es que, y esto lo sabemos todos, no es lo mismo tener 20 y pocos que estar ya de camino a los 40, y el cuerpo lo nota.