Los jóvenes españoles se muestran desesperanzados, cansados y poco optimistas sobre su futuro. El III barómetro juvenil. Salud y bienestar, elaborado por Fundación FAD Juventud y basado en 1.500 entrevistas digitales, señala que el 35,4% asegura haber tenido ideas suicidas al menos una vez en el último año y el 56% reconoce haber sufrido problemas de salud mental, aunque la mitad no ha pedido ayuda por razones económicas (37 %) o por subestimar o quitar importancia a la situación (34%). En 2020, el suicidio fue la segunda causa de fallecimiento entre los jóvenes de 15 a 29 años (300) por detrás de los tumores (330).
Por este motivo, muchos jóvenes acuden a la automedicación. Más de la mitad de los consultados ha recurrido a fármacos sin prescripción en los últimos meses y un 15 % los consume de manera sistemática, varias veces a la semana. Por sexo, ellas experimentaron la sensación de estar tristes, decaídas o desesperanzadas, casi 20 puntos porcentuales por encima de ellos (un 66,3% frente a un 47,6%).
Al ser preguntados por los problemas de su generación que más les preocupan, los jóvenes mencionaron la precariedad laboral, el paro y los bajos salarios. Estas tres preocupaciones siempre han ocupado los primeros puestos en los anteriores barómetros, si bien en esta ocasión, la crisis originada por la pandemia motiva además que su mirada al futuro no sea optimista y que solo dos de cada diez (21,4%) piense que estos problemas mejorarán en el futuro. De hecho, uno de cada tres (32,3%) opina que empeorarán y un 40% que seguirán igual. El pesimismo es mayor en los chicos y chicas de mayor edad dentro de la franja estudiada.
La percepción de la salud física sigue siendo buena entre la juventud. Así un 54,6% de los jóvenes se perciben con un nivel óptimo de salud. No obstante, desde 2017 hay un descenso continuado en las percepciones positivas sobre la salud física. Si en 2017, el 86,7% declaraba su estado de salud como “muy bueno o bueno”; en 2019 lo hacía un 77,5%; y en este 2021 baja bruscamente hasta el citado 54,6%.
En cuanto a su grado de estrés, una elevada proporción de chicos y chicas manifiestan altos niveles de estrés en muchos elementos de su vida cotidiana; un 63% declara sentirse “muy o bastante estresado” con el trabajo o estudios (de 7 a 10 en la escala) y un 51,4% con su “situación económica”. Las mujeres jóvenes son quienes más señalan estos elementos estresantes. “Ante las situaciones de estrés, uno de cada diez jóvenes no lo comparte con nadie y evita que los demás conozcan que tiene algún problema, especialmente las y los más jóvenes lo cual nos debería resultar preocupante como sociedad”, enfatiza Beatriz Martín Padura, directora general de la FAD.