Primer día de prisión para el acusado del doble crimen de Susqueda
Jordi Magentí Gamell abandonaba los juzgados de Santa Coloma de Farners (Girona) anoche, acusado del doble asesinato de Susqueda camino de la cárcel de Figueras. En esas mismas dependencias, su abogada comunicaba a su hija y a su yerno, la decisión judicial: prisión sin fianza, por considerar que había riesgo de fuga y de reincidir en un hecho grave. Se cumplían 72 horas desde la detención detención. Dos días antes de que, como ponía en el billete, se marchara a Colombia...
No lo ocultaba. Su familia, los pocos vecinos con los que tenia alguna relación lo sabían. La investigación considera que había comprado el pasaje, solo ida, con el dinero de la venta de marihuana, proveniente de la plantación que tenia junto al pantano de Susqueda, donde aparecieron los cadáveres de Marc y Paula. De ahí que una de las hipótesis de la investigación es que el móvil del doble asesinato, fuera porque la pareja fuera sorprendida por el acusado invandiendo la plantación.
La madre de Magentí se ha ido del pueblo, comentan sus vecinos. No ha resistido los registros en su casa, en los huertos, la presión de las sospechas sobre su hijo, y la detención de su nieto, el libertad pero investigado por el negocio de cultivo y venta de drogas que tenía con el padre. En el pueblo lamentan la situación de la madre y el hermano del inculpado "porque nadie se esperaba algo así".
Jordi magentí está en prisión sin que haya contestado al interrogario ni del juez, ni del fiscal que le prguntó si mató a Marc y a Paula, qué tipo de arma utilizó o si contó a algún familiar el doble crimen. Ssolo se le ha escuchado gritar su inocencia, y lo repitió a preguntas de su abogada. Ni siquiera durante la reconstrucción por los lugares clave donde ocurrieron los hechos, o cuando el juez se acercó al coche donde estaba escoltado, dejó de mostrarse impasible. Su carácter fuerte e irascible ante una contrariedad, dicen quienes lo conocen
Pero el instructor, el juez, ya tenía el informe de los Mossos, que habían pinchado la cámara del ordenador del acusado cuando hablaba por internet con su mujer colombiana; que habían instalado micrófonos en el coche en el que el acusado viajaba con su hijo Jordi. Conversaciones, confidencias, incriminatorias.