La policía investiga si el presunto parricida de Alzira quiso vengarse de su mujer
Se llamaba Maya y solo tenía dos años. Su padre es el único sospechoso de degollarla y provocarle la muerte en su propia casa de Alzira (Valencia), el domingo por la tarde. Su madre había salido de casa con la intención de denunciar al marido, como así le anunció. Maya dormía y no quiso despertarla, decía hoy su hermana Manuela, desconsolada. Y ya no volvió a ver a la niña.
Su padre confesó gritando el crímen, mientras saltaba desde el balcón del segundo, su casa, a la del primero y de ahí a la calle. Cayó en el parabrisas de un coche. Se lesionó de manera leve. Pero algunos vecinos y testigos de su caída y sus gritos, le sujetaron, incluso le pegaron, mientras llegaba la policía. Según su cuñada, llamó a Victorina (Vió, para los suyos), y le insinuó el crímen. Ella llamó a su cuñado y le dijo que fueran a casa porque Maya estaba sola con su padre. Pero la niña ya había muerto víctima de la presunta agresión parricida.
Hacía un mes, según una amiga que Victorina, de 24 años, quería separarse de Mihail, de 28, ambos de orígen rumano, con residencia en la localidad valenciana desde hacía más de un año, según su alcalde. Se dedicaban a la tecogida de la fruta. Seguían conviviendo porque ella no tenía dinero para hacer efectiva la separación. Manuela su hermana asegura que estaba intentando que ella y la niña fueran a su casa.
La policía investiga varias hipótesis, entre ellas que Mihail matara a su propia hija por venganza hacia su mujer. Como ha ocurrido con otros 7 niños y niñas, asesinados por sus padres o las parejas o exparejas de sus madres este año. Un total de 18 en los 5 años que hay de registro oficial, 28 víctimas menores por la violencia machista desde 2010. Y hay otros 7 casos de menores asesinados, que aún se investigan.
Teléfono de ayuda a la mujer maltratada: 016. No deja rastro en la factura, pero conviene borrar el número del registro de llamadas.