Este año se han reunido nada menos que 4.000 personas en torno al espectáculo, de 20 minutos y que recorre con un haz de luz las diferentes figuras que hay en el templo, empezando por Ramsés II y pasando después por el dios Ra y Amón. Tal ha sido la expectación que, tal y como ha informado EFE, unos minutos después de que entrasen las primeras luces, muchos visitantes perdieron la paciencia y saltaron la valla de seguridad con el objetivo de hacerse una fotografía sobre las propias del faraón.