Tenemos que tener en cuenta que los coches se calientan tanto debido al efecto invernadero. Esto quiere decir que la luz solar que le llega al coche es absorbida por su superficie –incluidas las del interior del vehículo– y reflejada de vuelta al aire en forma de calor. Como esta radiación no puede salir hacia fuera a través del cristal, la temperatura interior va aumentando frente a la exterior.
Con esta premisa, y durante estos días en los que el sol y el calor aprietan, podemos tener en cuenta algunos trucos que nos ayudarán a disminuir unas altísimas temperaturas en el interior de nuestros vehículos que pueden provocarnos mareos, deshidratación o golpes de calor. Un estudio del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) realizado junto con el Automóvil Club Suizo (TCS) señala que el interior del coche puede llegar a alcanzar hasta los 55 grados centígrados (ºC) con una irradiación directa del sol cuando la temperatura exterior es de 35 ºC.
Mejor carrocerías e interiores claros
Para alertar de los riesgos que conllevan las temperaturas altas en el automóvil, los responsables de este estudio realizaron un experimento que consistía en someter a dos autos iguales, a excepción del color de su carrocería (uno blanco y el otro negro), a radiación solar durante 60 minutos. Tras la exposición se pudo medir una diferencia de casi 20º C entre ambos coches (80 ºC en la superficie del coche de color negro y 63º C el coche blanco).
Los vehículos con carrocerías pintadas con colores oscuros absorben más radiación solar que los de colores claros. Este es el motivo principal de que los coches de color negro se calienten de forma significativa en los días de verano, alcanzando temperaturas bastante elevadas en su superficie exterior. El color del interior del vehículo también puede condicionar la cantidad de calor acumulado por la misma razón.
Un parasol puede suponer una diferencia de 11 ºC
Los parasoles son claves para la protección del interior del vehículo. Este mismo estudio demostró que, sin protector, la temperatura interior media del vehículo llega a ser de 43 ºC durante 60 minutos de radiación solar, mientras que usando un parasol la temperatura interior media del coche tras el mismo tiempo de exposición era de 32 ºC, lo que supone 11 ºC menos que si no lo usamos.
Usa protectores para el volante
El efecto de estas altas temperaturas a las que están expuestas las partes interiores de automóvil al contacto con la piel del ser humano puede conllevar daños en la piel en tan solo unos segundos. Por eso es recomendable utilizar protectores para el volante que nos eviten quemaduras en las manos y aumenten, además, nuestra seguridad.
El mito de dejar las ventanillas abiertas
El estudio del RACC y del TCS también quiso verificar el efecto que tiene dejar las ventanas abiertas unos 3 centímetros mientras el vehículo recibe la radiación solar. Tras 30 minutos de exposición solo se pudo medir una diferencia de 2ºC. Este efecto se podría mejorar si dejáramos una de las ventanas más abierta que la otra, aunque no es recomendable por motivos de seguridad.
Conducir con las ventanas abiertas sí ayuda
En cambio, conducir con las ventanas bajadas contribuye de forma sustancial a reducir la temperatura en el habitáculo del vehículo. Eso sí, hay que tener en cuenta que genera mayor consumo de combustible.
Hidrátate abundantemente
Tanto si eres conductir como acompañante, debes tener en cuanta que cualquier viaje en coche de más de una hora debe ir acompañado de una botella de agua. Beber abundantemente te protege de golpes de calor y mareos.
Descálzate y quítate el sombrero
Por la cabeza se desprende cerca de un ochenta por ciento del calor corporal, así que si no te está dando el sol directo (y dentro del coche eso no sucede), va a ser mejor que te quitaes gorras y sombreros: una correcta ventilación del cuero cabelludo ayuda a refrescar todo el cuerpo. Lo mismo sucede con los pies. Si no estás conduciendo (ojo, debes ir calzado si eres el conductor), puede ayudarte descalzarte temporalmente o hacer el viaje en chancletas.