La empresa ‘Atomik’ lo vio claro hará dos años: un alcohol elaborado a partir de manzanas que crecen en Chernóbil podía tener mucho éxito. Hay que recalcar que la bebida en sí no era radiactiva después del proceso de destilación. No obstante, las autoridades de Ucrania no lo tenían tan claro y han retirado 1.500 botellas antes de poder comercializarlas, según los creadores de la marca.
Desde hace años la zona de exclusión de Chernóbil recibe visitas, por lo que un grupo de científicos del Reino Unido y Ucrania pensó “¿por qué no producir algo sin radioactividad que los turistas puedan llevarse a casa?”. Así nació el vodka Atomik, licores artesanales “hechos de agua y granos recolectados en la zona de exclusión del reactor que alguna vez estuvo prohibida”, explica ‘Live Science’.
Ahora, el fabricante de Atomik, The Chernobyl Spirit Company, ha emitido un comunicado informando de la incautación por parte de los Servicios Secretos de Ucrania de su primera producción experimental a pequeña escala, alrededor de 1.500 botellas.
"Estamos trabajando duro para establecer un negocio que ayude a traer empleos e inversiones a las áreas de Ucrania afectadas por Chernobyl y para apoyar aún más a la comunidad con el 75% de las ganancias que obtengamos", dice en el comunicado Jim Smith, uno de los creadores. "Parece que nos están acusando de utilizar sellos de impuestos especiales ucranianos falsificados, pero esto no tiene sentido ya que las botellas son para el mercado del Reino Unido y están claramente etiquetadas con sellos de impuestos especiales válidos del Reino Unido".
En su momento, el centeno plantado en la zona de exclusión por los fundadores de Atomik dio positivo en radiación, lo cual causó revuelo, peor han explicado que “todos los rastros de contaminación desaparecen en el proceso de destilación, durante el cual el líquido fermentado se purifica y se eliminan el agua y otras sustancias diluyentes”, según ‘Live Science’.
Después de que la miniserie de HBO ‘Chernóbil’ triunfase en todo el mundo, las visitas se dispararon en la zona cero un 30 %. Antes, en 2018, ya recibió en torno a 60.000 turistas que pudieron ver de cerca el área del desastre nuclear.