Así es el pueblo más pequeño de A Coruña hermanado con Irlanda
Este pequeño pueblo de apenas 7,6 km2 es el más pequeño en extensión de Galicia pero fue uno de los más importantes
Desde 2017 está hermanado con un pueblo irlandés por las raíces celtas que ambos comparten
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Galicia tiene pueblos con una belleza extraordinaria, entre los cuales es difícil elegir uno para hacer una escapada, pero solo uno de ellos puede decir que es el más pequeño de su provincia. Situado en la conocida Costa da Morte, una zona con una extraordinaria belleza natural que enamora por sus paisajes y su conexión con el océano Atlántico en el extremo más occidental de Galicia. Corcubión, un pequeño pueblo de apenas 7,6 km2 y 1600 habitantes es el más pequeño en extensión de A Coruña.
Localizado en un lugar privilegiado, al cobijo de su ría, donde se encuentra el mítico cabo de Finisterre, es una combinación perfecta de historia, cultura y naturaleza. El pueblo se divide en dos parroquias la de San Marcos de Corcubión, en la zona urbana, y San Pedro de Redonda que se encuentra en la zona rural.
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La historia de este pequeño pueblo se remonta a la Edad de Hierro como se ha podido ver gracias al castro de Quenxe, un asentamiento costero que, aunque no está excavado se pueden apreciar sus líneas defensivas a través de sus murallas y fosos, que junto con otros castros de la zona como el de Fisterra, pudieron formar parte de un sistema defensivo. El mar, siempre ha jugado un papel esencial en la zona, no solo como sustento sino como protección.
Con el paso del tiempo, Corcubión creció hasta pasar a ser un importante territorio medieval, convirtiéndose en un punto de referencia en el Camino de Santiago hacia Fisterra y, también, un puerto clave en las actividades comerciales y marítimas de la zona.
A día de hoy, se puede ver aún en el pueblo esta riqueza histórica en su arquitectura, con edificios como el Pazo de los Condes de Altamira, que es un claro ejemplo de su pasado nobiliario y también, por las numerosas casas con blasones que se pueden ver en su centro histórico. El cual fue declarado conjunto histórico-artístico en 1984.
Desde 2017, Corcubión está hermanado con la localidad irlandesa de Ashbourne, haciendo hincapié en las raíces celtas de ambos municipios. Este hermanamiento tiene como objetivo fomentar intercambios culturales y turísticos para estrechar lazos entre ambas comunidades con eventos y actividades conjuntas que se centran, sobre todo, en la música, el comercio y la tradición.
¿Qué hacer y ver en el pueblo más pequeño de A Coruña?
Corcubión es un destino perfecto para aquellos que quieren una combinación de historia y naturaleza. Posee una larga historia que se remonta hasta la Edad de Hierro, convirtiéndose en la edad media en un puerto pesquero y comercial muy importante, un pasado que se puede ver reflejado en muchos de sus edificios.
Iglesia de San Marcos
Esta iglesia es un ejemplo ideal del estilo gótico-renacentista gallego. Fue construida en el siglo XVI, y tiene uno de los retablos barrocos más impresionantes de la zona. Desde su torre se puede disfrutar de una de las vistas más bonitas del pueblo y la costa.
Pazo de los Condes de Altamira
Este es un edificio histórico que data del siglo XVIII. A día de hoy, se encuentra en ruinas, pero se puede apreciar la grandiosidad de lo que fue, ya que era uno de los más importantes de la zona, mandado construir por la familia Altamira, una de las más influyentes de la historia gallega.
Hórreos
Los hórreos son construcciones típicas que se pueden ver en la zona de Galicia que se usaban para guardar el grano y también otros alimentos. En Corcubión, aún se pueden ver varios que forman parte del patrimonio cultural del pueblo y un ejemplo de la arquitectura tradicional de Galicia.
Molinos de Bruia y Rodicio
Estos molinos son otro ejemplo, junto a los hórreos de la arquitectura tradicional de la zona. Estas construcciones se empleaban para moler el grano y se encuentran en la zona del puerto de Corcubión. Muchos de ellos han sido restaurados e incluso, se pueden visitar.
Fábricas de Salazón
Estas fábricas son otro de los atractivos turísticos de este pequeño pueblo. Se utilizaban para salar el pescado y constituían una parte esencial en la economía del municipio en el pasado. Al igual que con los molinos, algunas de estas fábricas han sido restauradas y se pueden visitar para conocer cómo se trabajaba en ella y su historia.
Castro de Quenxe
Este es un yacimiento arqueológico que está situado en la cima de su colina homónima. Y es uno de los atractivos turísticos de la zona, también es de los yacimientos más importantes, se cree que estuvo habitado desde el siglo IV a.C. hasta la época romana.
Playas de Corcubión
Este pequeño pueblo cuenta con varias playas que merece mucho la pena visitar, como la playa de Quenxe y la playa de San Pedro ambas con unas vistas espectaculares.
Miradores de Corcubión
A unos pocos kilómetros del centro, se pueden visitar varios miradores con unas vistas impresionantes. El primero es el de Cabo Cee, desde donde se puede observar la ría de Corcubión con el Monte Pindo como telón de fondo y la Isla Lobeira con su faro en el horizonte.
Esta zona también es ideal para hacer rutas de senderismo, o incluso, excursiones marítimas donde se pueden disfrutar de zonas como el Faro de Lobeira.