La música une, despierta sentimientos y provoca emociones. A menudo nos ayuda a recordar a una persona o un momento concreto, pero también puede hacernos viajar, soñar con una ciudad o invitarnos a planear una escapada. Si bien lo más correcto sería decir canciones con nombre de ciudad, cualquier excusa es buena para descubrir nuevos lugares o recordarlos; si es la música lo que nos lleva a ellos, sin duda será un buen camino.
Diez ciudades con nombre de canción
New York, New York, de Frank Sinatra. Los clásicos han llegado a serlos por su calidad y por su capacidad de despertar emociones. La ciudad de los rascacielos aparece en numerosos éxitos musicales, pero esta canción siempre será especial.
Atlantic City, de Bruce Springsteen. Al hablar de la ciudad del juego siempre se piensa en Las Vegas, pero Atlantic City no tiene nada que envidiarle y así lo reflejó el Boss en 1982 en su álbum Nebraska.
Copenhague, de Vetusta Morla. Uno de los grandes éxitos de la banda es también un himno para muchas personas y lleva por título el nombre de esta ciudad. La vida, el destino y las decisiones protagonizan esta canción.
Malibu, de Miley Cyrus. Tras vivir una etapa un poco alocada, Miley cantaba a las bondades de Malibú, a sus playas, el brillo de su sol y la tranquilidad de vivir allí y demostraba que las baladas también son lo suyo.
Waterloo, de ABBA. La canción en realidad hace referencia a la batalla que se vivió en la ciudad del mismo nombre, pero merece la pena que forme parte de esta lista, no por nada está considerada como una de las mejores canciones de entre todas las que han ganado Eurovisión.
Buenos Aires, de Fito Páez. El músico argentino retrata Buenos Aires con sus luces y sus sombras, aunque en este caso se centra más en estas últimas. Esta canción está incluida en Enemigos íntimos, el álbum que grabó junto a Sabina.
Pongamos que hablo de Madrid, de Joaquín Sabina. La relación de amor-odio del cantante con la capital se decanta esta vez hacia el primero, una declaración de amor en toda regla a una ciudad que te destruye y atrapa a partes iguales. El título no es solo el nombre de la ciudad, pero hay canciones que no pueden quedar fuera de la lista.
Una calle de París, de Duncan Dhu. Sucede algo parecido con esta canción, que nos invita a viajar a París, la ciudad del amor, aunque en el caso de esta canción es más relevante el desamor, la capital francesa se convierte en el escenario ideal para llorarle a una relación que no pudo ser.
Berlín, de Lou Reed. El muro que separaba en dos a esta ciudad le sirvió como metáfora a Lou Reed en 1972 de una relación que se acaba. La ciudad ya no tiene esa separación, pero la canción sigue mereciendo la pena… y una visita a Berlín, también.
Viva Las Vegas, de Elvis Presley. Empezábamos con un clásico y acabamos con otro. Esta canción del rey del rock and roll todavía suena en series y películas para presentar la ciudad del pecado. Una canción eterna de un artista igualmente eterno.