Los cumpleaños infantiles abren un debate que se ha hecho viral: "El problema es invitar a tantos niños"
El hilo de una profesora que no entendía por qué se invitaba "a 23 de sus alumnos y no a los 28" para evitar la discriminación se hizo viral
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Hubo una época en la que los niños, cuando cumplían años, llevaban una bolsa de caramelos al colegio para repartirlos entre sus compañeros. En la que las fiestas de cumpleaños se limitaban a la invitación de 9 o 10 amiguitos, entre los que siempre estaba 'el mejor amigo', el 'segundo mejor amigo', algún vecino o hermano y los que 'mejor te caían' de toda la clase. Llevarlos a tu casa y comer una tarta hecha por tu madre (o padre) era una tarde pletórica, llena de felicidad. Pero, ahora, el boom de las maxi fiestas - generalmente, para presumir de ellas en TikTok o Instagram - también ejerce presión sobre la infancia.
Recientemente, una profesora de un colegio anónimo se ha quejado en las redes sociales sobre lo que ha ocurrido en su aula. Tal y cómo contaba en un hilo que se ha hecho viral, las invitaciones del cumpleaños de uno de sus alumnos se repartieron dentro de la clase - primer error para nuestra entrevistada - y todos sus compañeros estaban invitados a la fiesta, menos cinco. Esto generó una situación discriminatoria que, a todas luces, podría haberse evitado. Lo que la docente no entendía es que, si los padres ya habían aceptado invitar a 23 de sus compañeritos, ¿por qué no invitaron a los 28? Así, esos 5 niños no quedarían excluidos de uno de los mayores eventos sociales relacionados con los niños.
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"El aula no es un lugar para repartir invitaciones"
Otra maestra - docente del área de infantil de un centro de Vallecas - ha puesto el foco del problema, sin embargo, en otro lado. "Para mí, el problema es que estamos haciendo cumpleaños como comuniones y comuniones como bodas. Yo, como madre también de dos niñas, creo que es mejor preguntar a los menores con quién se llevan bien o de quién son amigos, para que los cumpleaños se reduzcan, como ha ocurrido siempre, a los más allegados y no a la obligación social de tener que invitar a toda la clase", ha dicho, basada en su propia experiencia.
El problema es que estamos haciendo cumpleaños como comuniones y comuniones como bodas
Con respecto al reparto de invitaciones dentro del aula, asegura que es un problema de planteamiento: "Nosotros, en nuestro colegio, no repartimos las invitaciones de los niños. Hay madres y padres que piden que los maestros nos encarguemos de que se repartan, pero en nuestro centro no lo hacemos. Porque, si se reparten las invitaciones, los niños están esperando la suya y, si no llega pues, efectivamente se sienten excluidos. Eso es algo que se debe hacer fuera del aula, en la puerta del centro o donde elija cada uno", ha concluido la docente.