Los diez pueblos españoles que están al borde de la desaparición

España es un país de rica historia y tradiciones profundas que alberga incontables pueblos. Estas localidades son las que mejor narran el paso de los siglos y la evolución de la sociedad a través de sus calles empedradas y arquitectura antigua. Sin embargo, muchos de estos pueblos enfrentan la amenaza de desaparecer del mapa, eclipsados por la despoblación y el olvido, tras el envejecimiento de su población y la migración de los más jóvenes a las grandes ciudades, donde encuentran un rango más amplio de posibilidades laborales y sociales. Los números no mienten, como demuestra el informe 'La despoblación de la España Interior' editado por Funcas.

A continuación encontrarás los diez pueblos que están a punto de desaparecer, cada uno con su peculiar historia y las circunstancias que lo han llevado al borde del olvido.

Los 10 pueblos españoles que están al borde de la desaparición

  • La Estrella (Teruel): La Estrella, una aldea medieval situada junto al río Turia, ha visto cómo su población ha ido disminuyendo con el paso de los años. Las ruinas de lo que una vez fue una iglesia y las casas abandonadas, son testigos mudos de un pasado más vibrante. En febrero de 2023, los dos últimos habitantes se marcharon del pueblo, quedando despoblado, aunque algunos edificios como la iglesia o la escuela continúan recibiendo mantenimiento ocasional.
  • Escó (Zaragoza): Con una historia que se remonta a la época romana, Escó vio cómo su destino cambiaba con la construcción del embalse de Yesa en el año 1960. Las aguas cubrieron sus tierras fértiles, y la gente se vio obligada a abandonar el pueblo. En el año 2019 tenía aún 3 habitantes, pero no se disponen de datos actualizados de población para esta localidad.
  • Matallana (Guadalajara): Matallana, una vez un pueblo próspero, ahora enfrenta el silencio que trae consigo la despoblación. La migración hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades ha dejado a Matallana en un estado de abandono. En la actualidad tiene 4 habitantes tan solo, habiéndose reducido su población a la mitad en los últimos años
  • Granadilla (Cáceres): Desalojada en los años 60 para la construcción del embalse Gabriel y Galán, Granadilla se ha mantenido como una ciudad fantasma, aunque ahora se está restaurando como parte de un proyecto de recuperación tras haberla declarado conjunto histórico artístico. Actualmente no tiene ningún habitante, aunque se puede visitar y tiene mantenimiento. 
  • Ochate (Burgos): Ochate es conocido por las leyendas y misterios que lo rodean, con frecuentes visitantes buscando un contacto con lo desconocido. La localidad lleva abandonada desde finales del siglo XIX, pero como decíamos, sus ruinas ahora atraen a los entusiastas de lo paranormal. En la actualidad no tiene ningún habitante conocido.
  • Turruncún (La Rioja): Con una población que apenas llega a dos habitantes, Turruncún es un reflejo de la despoblación que enfrentan muchos pueblos pequeños en España, aunque a principios del siglo XX llegó a contar con hasta 300 habitantes.
  • Villanueva de Jalón (Zaragoza): La migración hacia áreas urbanas ha dejado a Villanueva de Jalón en un estado de desolación, con edificios en ruinas que cuentan la historia de un pasado más próspero, y está considerado bien de interés cultural, con la torre de su iglesia siendo declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 2001. 
  • Corralejo (Guadalajara): Corralejo, una vez una aldea bulliciosa, ahora yace casi en total  silencio. Los edificios abandonados y las calles vacías son un recordatorio de la necesidad de revitalización rural, aunque sus menos de 10 habitantes aún pueden hacer algo de ruido. 
  • Palenzuela (Palencia): Palenzuela, con su impresionante castillo en ruinas, enfrenta la despoblación a medida que los jóvenes se trasladan a ciudades en busca de empleo, dejando atrás un pueblo que una vez fue próspero. Ahora mismo cuenta con menos de 200 habitantes, lo que no está nada mal para esta lista.
  • Tiermas (Zaragoza): Tiermas sufrió un destino similar al de Escó, con la construcción del embalse de Yesa. Las aguas cubrieron gran parte del pueblo, y lo que queda ahora son las ruinas de unas termas romanas, que emergen sobre la superficie del agua en tiempos de sequía. No tiene ningún habitante en la actualidad.

La España despoblada

La despoblación gradual de estos pueblos es un reflejo de los desafíos a los que se enfrentan las zonas rurales en España. La despoblación, impulsada por la falta de oportunidades económicas y el envejecimiento de la población, está borrando lentamente la rica historia que estos pueblos llevan consigo. Es imperativo que se tomen medidas para revitalizar estas áreas y preservar el patrimonio cultural que representan. Desde la promoción del turismo rural hasta la implementación de políticas que fomenten la repoblación y la inversión en infraestructura, hay muchas estrategias que pueden ayudar a evitar que estos pueblos se desvanezcan en las páginas de la historia. La preservación de estos pueblos no solo es crucial para mantener viva la historia y la cultura de España, sino también para abordar los desafíos socioeconómicos que enfrenta la población rural.

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