El otoño es una época maravillosa para coger la maleta y viajar un momento lleno de ventajas como viajes más económicos, más tranquilos, temperaturas más agradables, dependiendo del destino evidentemente, y estampas irrepetibles gracias a los colores del otoño.
De norte a sur, España está repleta de rincones, valles, sierras y parajes naturales perfectos para viajar en otoño, verdaderos collages multicolores que nos dejan asombrados. Más allá de nuestras fronteras, también hay muchos destinos que se rinden a los pies del viajero con destinos inolvidables. Os dejamos unas cuantas sugerencias para este otoño.
Dentro de las capitales europeas, una de las escapadas de otoño que no defrauda es la de Ámsterdam. La capital de los Países Bajos luce bonita en cualquier momento del año, pero, al tener tanta vegetación caduca en sus calles, en otoño se tiñe de colores ocres haciendo que sus canales y parques te parezcan aún más ideales.
Londres es uno de esos destinos que merece más de una y dos visitas, imposible cansarse de semejante ciudad. Sea la época del año que sea, Londres siempre es una buena opción donde viajar, pero en otoño sus enormes parques se tiñen de colores otoñales, dándole a la ciudad un toque muy mágico. Un paseo por Hyde Park, las tiendas de Candem Market y el jardín japonés de Holland Park son planes que solo se pueden hace en esta ciudad.
Igual que Londres, Berlín es una ciudad con encanto sean las fechas del año que sean, pero como muchas de las ciudades europeas, Berlín tiene parques enormes como Tiergarten, el más famoso de la ciudad, que se llenan de hojas y cambian de color en otoño.
En esta época del año los árboles lucen sus mejores galas y las temperaturas son ideales para recorrer la ciudad sin los sofocos del verano. En noviembre ya se respira el ambiente navideño, pero aún no hace tanto frío. Hay muchos planes para disfrutar el otoño en Nueva York y Central Park, las compras, el desfile de Halloween e incluso la maratón de noviembre, son fechas señaladas en el calendario de la Gran Manzana.
Visitar Roma en otoño es un gran plan, el clima es mucho mejor que el que podemos encontrar en los meses de verano, pero no pasaremos frío. La Fontana de Trevi, el Coliseo, el Vaticano siguen allí esperándonos, pero sin hacer colas. La comida italiana siempre es un acierto, pero otoño es el momento de festivales de comida en la que disfrutar de los platos locales.
En septiembre, los adeptos peregrinan hasta las carpas del Theresienwiese, en Múnich, para beber, cantar, beber, bailar, beber... y consumir cada año más de siete millones de litros. De hecho, la Oktoberfest, el festival de la cerveza, arranca a mediados de septiembre y dura 16 días, hasta el primer domingo de octubre. ¡Dicen que es el mejor festival de cerveza del mundo!
Si nos centramos en nuestras fronteras, la Selva de Irati es otra de las grandes propuestas al viajar en otoño a España. No es para menos, ya que este lugar es nada más y nada menos que el segundo hayedo-abetal más grande y conservado del planeta. El lugar idóneo para recoger setas y hongos, siendo uno de los atractivos de la temporada. Pasear por sus senderos, ríos y contemplar los árboles llenos de colores, es motivo más que suficiente para viajar a Navarra y vivir esta grandiosa experiencia.
La ciudad nazarí está llena de cultura y en otoño además goza de un clima envidiable, lo que hace que apetezca aún más pasear por sus calles, participar en las fiestas de sus barrios más famosos o saborear platos más típicos.
Visitar La Rioja en otoño, desde Haro hasta Alfaro, no solo te permitirá recorrer los viñedos sino también visitar sus bodegas y participar en diferentes actividades de turismo rural y enológico. Descubre las tonalidades del otoño reflejadas en los viñedos riojanos justo después de la vendimia: el paisaje cambia espectacularmente con una explosión de color.
Allí el sol no se va, las playas conservan su atractivo y la tranquilidad se hace dueña del archipiélago. Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera, El Hierro, y ahora La Graciosa. De diferentes tamaños y con peculiaridades dispares hacen las delicias de todo aquel que las visita en esta época.