Los ejemplos se cuentan por centenares. Restaurantes que sufren la cancelación de una mesa con poco tiempo de antelación o incluso sin que los comensales lleguen a avisar. Uno de los últimos casos, lo ha sufrido 'El Ronquillo', en Ramales (Cantabria). Siete personas habían hecho una reserva y sólo un minuto antes de la hora llamaron para decir que no podían acudir. El restaurante está dirigido por el chef David Pérez y el menú degustación cuesta 95 euros.
La cancelación ha despertado la indignación por parte del local, porque no es la primera vez que les pasa. Está siendo tan habitual, que se plantean cobrar las reservas, una práctica que ya realizan unos 700 restaurantes en España. Lo que hacen estos locales es cobrar por la reserva de una mesa. Si posteriormente el cliente no acude, se quedan con ese dinero a fin de reducir las pérdida económicas causadas por una cancelación.
Los clientes en ocasiones cancelan a escasos minutos de acudir al local, lo que para algunos restaurantes supone una pérdida de hasta 200 euros por comensal. Los restaurantes con estrella Michelin han sido los primeros en poner en marcha esta práctica, que se ha ido extendiendo al resto de restaurantes. El 40% de los restaurantes con prepago son estrella Michelin.
El restaurante 'El Ronquillo' de Cantabria publicó en Twitter un mensaje en el que mostraban su indignación ante la cancelación de una mesa para siete personas un minuto antes de la hora prevista. El tweet decía lo siguiente: «Mesa anulada de 7 personas. Tenían a las 2.15 y llaman a las 2.16 que no van a poder venir. Qué sociedad estamos construyendo. Si alguien está por la zona, tendríamos sitio de última hora. A más de 40 personas les hemos dicho que estamos completos. Respeto»
Existen dos modalidades de cobro; las políticas de cancelación o las reservas de pago. Las políticas de cancelación consisten en el cobro por parte del establecimiento de una cantidad determinada por comensal en caso de no asistir a la reserva, el restaurante al hacerse con los datos de la tarjeta, podría cobrar la penalización. Mientras que las reservas con pago consisten en el cobro anticipado del coste del menú, parcialmente o en su totalidad.
El restaurante Panthera de Madrid incluye esta práctica, por la que el cliente tiene un tiempo de 5 minutos para meter los datos de su tarjeta. La página web advierte de que la reserva lleva incluida una política de cancelación, por la que cobrarían 15 euros por comensal en caso de no acudir.
Hay restaurantes que incluso han optado por cobrar el 50% por cubierto en caso de cancelación de la reserva a última hora e incluso el cobro del 100% si el cliente no aparece. Este es el caso del restaurante Smoked Room, de Dani García.
En la festividad de los Sanfermines, el restaurante Kabo de Pamplona recibió recibió un centenar de reservas falsas, lo que tuvo una repercusión negativa en los ingresos del local. Las reservas se realizaron con tarjetas de crédito sin fondos, emails y teléfonos que no existían.
Esta situación ha reabierto el debate sobre la imposición de cobrar o no una cantidad en concepto de señal o, por el contrario, mantener la confianza en el cliente. Es una decisión que deben tomar los restaurantes, considerando cuáles serían los beneficios de poner en práctica esta medida y, teniendo en cuenta que, la práctica del 'No show' o no aviso de cancelación supone una pérdida de ingresos entre el 5 y el 20 por ciento, según un estudio elaborado por The Fork, app de reserva de restaurantes.
Muchos consumidores se quejan de que improvisar en las grandes ciudades es cada vez más complicado, algunos de ellos prefieren improvisar y no arriesgarse a pagar por un sitio al que no saben si finalmente acudirán.
La Justicia considera el prepago como una práctica válida, con lo que esta decisión queda en manos de los restaurantes, que tendrán que decidir si asumen el riesgo de la reducción del número de reservas, por las políticas de cancelación, o si prefieren mantener la cancelación gratuita con lo que eso pudiera implicar.