El agua fría es una necesidad con las altas temperaturas propias del verano, pues la hidratación es fundamental para sobrellevar el calor y calmar la sed.
No obstante, cuando salimos de paseo a la playa, a la piscina o de excursión, no queremos beber agua fría, sino congelada. Por ello, muchos solemos meter la botella de agua en el congelador para que dure más tiempo helada.
Sin embargo, expertos han advertido que esto puede ser un error y hasta peligroso si dejamos una botella llena de agua en el congelador. A continuación, te explicamos por qué no es recomendable hacerlo y cuáles pueden ser las consecuencias.
Uno de los mayores peligros de dejar una botella llena de agua en el congelador es el riesgo de explosión. Cuando el agua se congela, su volumen aumenta aproximadamente en un 9% y 10%. Esto significa que, si llenamos una botella hasta el tope, el hielo resultante podría romper la botella y causar una explosión.
Como consecuencia, puede provocar daños en el propio electrodoméstico. Si la botella estalla, el hielo daña el aparato y reduce su eficiencia. Además, dejar una botella llena de agua en el congelador puede provocar una congelación desigual y afectar los demás alimentos almacenados.
Una opción es utilizar cubos de hielo para añadir en las bebidas, bolsas herméticas o recipientes especiales para congelar líquidos. De esta manera, evitamos los riesgos de explosión y daños en el congelador. Además de mantener las bebidas frías.
Igualmente, si necesitas congelar tus botellas, lo más recomendable es no llenarla por completo y dejar espacio para que el líquido se expanda al congelarse. También es recomendable cerrar la botella con una tapa que permita el paso del aire. De esta manera, evitamos que la presión del hielo acumulado provoque una explosión.