Hoy lo tenemos claro: Hércules nunca estuvo en Toledo. Hablamos de una leyenda sobre otra leyenda, la del semidiós griego y su fastuoso palacio en el que habría escondido tesoros inconcebibles. Y sin embargo... Ese 'sin embargo' en el que caben la fantasía, el gusto por las tradiciones y las ganas de incorporar el plano legendario a nuestra historia, es el que parece haber motivado al periodista Carlos García Cuartango a investigar sobre Las cuevas de Hércules y otros muchos restos y monumentos arqueológicos de nuestro territorio que, ya sea por una tradición perfectamente rastreable, o por algún acontecimiento fantástico cuyo origen resulta inexplicable, han pasado al acervo popular como parte de esa España 'mágica' en la que vivimos pero que a veces no vemos.

El resultado de sus pesquisas es 'España mágica: un viaje por los grandes secretos arqueológicos y monumentales de nuestro país' (Ediciones B), una recopilación de leyendas y tradiciones que, desperdigadas por todo el territorio, conforman también una identidad en la que caben culturas milenarias, pueblos ancestrales y sí, mucho pensamiento mágico.

¿Qué es la magia en el contexto de tu libro?

En España vivieron tartesios, los pobladores primitivos, unos 1000 a.C; luego vinieron los celtas; los romanos durante varios siglos; los árabes.... Todas esas eran culturas no tecnológicas que, para explicar la naturaleza, la fertilidad, la salida del sol, recurrían a ideas míticas, mágicas... Ese es el sentido que yo le doy a la palabra magia. La magia no es superstición, sino una explicación de la realidad.

¿La magia es verdadera?

Es verdadera porque expresa la verdad e una época y una cultura: el hombre medieval creía en duendes, los celtas creían que la muerte...

¿Es difícil para un periodista enfrentarse a misterios en los que a veces no hay explicación alguna?

Hay que asumir que muchas de esas 'respuestas' se pierden en la noche de los tiempos. Es difícil desde nuestra mentalidad comprender lo que representan ciertas leyendas, pero hay que empezar por entender que para las culturas antiguas todo eso tenía un sentido. Por eso me intereso por la historia y mi método es histórico y empírico, recurro a fuentes para indagar en el pasado. Y me interesan en particular aquellos monumentos que aún son accesibles, que los tenemos al alcance la mano. En es sentido me gustaría que el libro funcione como invitación al viaje.

¿Puedes darnos tres ejemplos de lugares o tradiciones 'mágicas' que te hayan llamado la atención?

Es difícil, elegir entre todos. Pero te diría la fiesta del Colacho, en Burgos. Es una celebración en la que 'el diablo' sale con un látigo y persigue a los niños y entra a las casas. La gente coloca a los recién nacidos en un colchón, y el diablo salta sobre ellos para simbolizar que el mal pasa por encima de ellos sin hacerles daño. Es una fiesta que ha pervivido durante siglos y que puede venir de la época visigótica.

También mencionaría los Dólmenes de Antequera, en Málaga, que son unas estructuras megalíticas en torno a los 3000 años antes de Cristo y que son unos bloques de 180 toneladas. ¿Cómo llevaron esos bloques? Por último, mencionaría una tradición de un pueblo de Santa Marta de Ribarteme: una romería en la que los enfermos salen en ataúdes y pasean en torno a la ermita, una festividad ligada al culto de los celtas a los muertos. Una fiesta en toda regla en la que se come y se bebe.

¿Diría usted que con todas estás fiestas, tradiciones paganas y cristianas, y los monumentos legendarios se puede hablar de una identidad mágica española?

Sí, para para entender el presente hay que investigar el pasado, España es una superposición de culturas, y mas por su posición geográfica. Hemos tenido muchas migraciones, es un auténtico crisol de culturas que forman estratos, no es una identidad monolítica: están África, el Mediterráneo, la cultura centroeuropea, que se superponen y se alimentan.

¿Muchas tradiciones cristianas tiene su origen en otras culturas anteriores?

Sí, piensa que durante la reconquista, la derrota de los árabes y la expulsión de los judíos, los cristianos adaptan muchos de esos elementos. Y existen tradiciones aún más antiguas que han sobrevivido hasta convertirse en parte importantísima de nuestra cultura actual. Tomemos el ejemplo del Camino de Santiago: los griegos creían que el Hades estaba más allá de Galicia y Portugal, lo mismo como de la Atlántida o el Jardín de las Hespérides. En Galicia los romanos construían altares al sol, y Estrabón habla de la fascinación de occidente por ese fin de la tierra. Pues bien, toda esa tradición está detrás del Camino de Santiago, es una peregrinación europea hacia el ultimo confín de occidente a la que se ha superpuesto la tradición cristiana.