Decía Julio Cortázar que habría que había que aprender a querer a las personas como queremos a los gatos: "...sin intentar cambiarlos, dejándoles que se acerquen cuando quieran, siendo feliz con su felicidad". Y en ese sentido, una pregunta que nos hacemos cada año quienes compartimos la vida con mascotas es ¿les estamos haciendo felices con nuestros viajes? Aunque no lo parezca, no hay una respuesta fácil. "Para empezar, deberíamos hacer una diferenciación entre perro y gato, que son las mascotas habituales en nuestros hogares. La mayoría de gatos que tenemos viven dentro de casa y son animales muy territoriales, entonces perder el control de los recursos de su territorio disminuye su bienestar. Así que en el caso de gatos para unas vacaciones como Semana Santa es mejor que venga un cuidador a casa a interactuar con ellos y darles agua y comida, antes que llevarlos", dice Adrián Conde veterinario y autor de los best seller 'Se el humano que tu perro necesita' y 'Se el humano que tu gato necesita'.

¿Y en el caso de los perros? "Aunque están más acostumbrados a ambientes diferentes, yo recomendaría plantearnos antes qué tipo de vacaciones vamos a hacer: considerar si el perro puede estar incluido en varios planes y va a poder disfrutar de ellos os si, por el contrario vamos a ir a sitios con mucha aglomeración de gente y lo va a pasar mal" asegura.

Marcela Rodríguez, cuidadora de mascotas en Madrid desde hace cinco años, opina opina por su parte que "los animales domesticados también desarrollan su sentido de supervivencia bajo el concepto de la manada, del colectivo. Sus 'dueños' somos parte de su colectivo de supervivencia, por eso cuando no nos ven, se angustian". Aunque Marcela también hace señala la diferencia entre perros y gatos ("es verdad que los gatos lo llevan mejor que los perros") la 'pet sitter' opina que " en cualquiera de los casos, nunca debemos olvidar que los animales domésticos funcionan por presencias, así los hemos criado. Por eso, siempre que sea posible y contemos con las condiciones adecuadas, es mejor llevarlos".

Pues bien, una vez evaluada la situación y decidido el viaje, nos enfrentamos al problema del coche. Así que le pedimos a Adrián Conde consejos prácticos para minimizar su estrés. "Primero: hacer paradas cada dos horas para poder darles algo de agua estirar las patas y que el viaje se haga un poco más a menos (en caso de hacer viajes largos). También hay que evitar darle de comer justo antes de irnos para disminuir la probabilidad de mareo, en caso de que se mareen acudir a nuestro veterinario para que nos recete algo.

Segundo: usar un sistema de retención homologado y seguro, en la mayoría de casos va a ser un arnés con doble enganche en los asientos traseros. Para gatos y animales muy pequeños se puede plantear un transportín que entre en el suelo detrás de los asientos delanteros.

Tercero: que haya un proceso de habituación inicial a los viajes en coche, darle chuches con el coche parado, haciendo avanzar el coche unos metros y así progresivamente para que asocie el coche a una experiencia positiva y podamos ir aumentando el tiempo de viaje sin que suponga una mala experiencia para ellos".

Como vemos, es normal que queramos llevarnos a nuestras mascotas con nosotros, ellos nos necesitan tanto como nosotros a ellos. Sin embargo hay que tener en cuenta que los animales no son muebles que podamos dejar abandonados o simplemente transportar de un lado a otro. Es decir, asumir que "tenemos que dedicar tiempo a nuestro animal igual que lo hacemos el resto del año, la responsabilidad de un animal a tu cargo no desaparece en un periodo de vacaciones" como dice Conde. Y hay varias a cosas tener en cuenta. Por ejemplo conocer bien a nuestras mascotas. Saber qué tal toleran los cambios de ambiente y a otras personas.

"¿Vamos a ir a un sitio con mucha aglomeración de gente constantemente? Pues la mayoría de perros no les gusta esto y lo va a pasar mal ¿Vamos a hacer muchas rutas o estar caminando mucho tiempo? Pues quizás si tengo un perro de edad avanzada ya no puede seguir el mismo ritmo que cuando era más joven ¿Tiene sentido llevar al animal para dejarlo todo el día en un apartamento desconocido y solo? Pues no.", enfatiza el experto. Por todo ellos es necesario valorar cada caso de forma individual y no presuponer que los viajes son algo positivo o negativo. Recordar que existen alternativas como los cuidadores o los refugios vacacionales y sobre todo plantearnos unas vacaciones 'pet friendly', seguro te lo agradecen.