La pitaya, la fruta del dragón que necesita murciélagos: "En España se poliniza a mano una a una"
Las flores blancas hermafroditas de la pitaya tienen un interior muy largo y estrecho que no es adecuado para las abejas
En los países originarios de este fruto existen murciélagos y mariposas adaptadas para su polinización
En tres años la pitaya ha incrementado su presencia en Mercamadrid en más de un 205%
Seguro que ya la han visto en sus tiendas de alimentación. La pitaya, también conocida como fruta del dragón, está cada vez más presente en España. Según datos de Mercamadrid en tres años se ha incrementado más del 205% , de los 16.100 kilos que se vendían en 2019 se ha pasado a los 49.000 este año, y casi todo es producto nacional.
La planta de donde se extrae es un cactus tropical que precisa poca agua y temperaturas cálidas, por lo que a priori es un producto idóneo para nuestro clima mediterráneo. A priori, porque la pitaya tiene un problema que los expertos están tratando de darle solución: su tipo de polinización.
MÁS
El 'parón biológico' por el frío brusco tras meses cálidos hunde la producción del campo español y deja escasez en Europa
La cesta de la compra de los 17 primates maltratados de Riudellots sube un 300% por el cambio a una dieta sana
¿Hay que saltarse el desayuno?: "Si vas a comer algo poco saludable, es menos malo por la mañana"
Las flores blancas hermafroditas de la pitaya tienen un interior muy largo y estrecho que no es adecuada para las abejas, en los países originarios de este fruto existen murciélagos y mariposas adaptadas para su polinización. Sin embargo, en países como España estos "bichitos" no existen. Y por eso se han tenido que buscar alternativas. Aquí se está apostando por la polinización manual con todo el trabajo y logística que ello implica.
"Florece en el verano. En pleno mes de agosto se te pueden juntar 20.000 o 30.000 flores en una hectárea que hay que polinizar a mano en un día. Y aunque ya se ha optimizado el proceso, y además de hacerlo con un pincelito se puede usar un pequeño aspirador o aplicadores más eficientes, son muchas flores y se necesita mucho personal, pero solo para ese momento puntual. Lo cual es bastante complicado", explica el doctor ingeniero agrónomo especialista en fruticultura subtropical y mediterránea e investigador de la Fundación Cajamar Juan José Hueso Martín.
La otra dificultad que acarrea la pitaya es el momento de su polinización: la flor suele abrirse solo por la noche y se cierra a media mañana, así que si se quiere lograr fruto hay que realizar todo el proceso con muy poco tiempo de margen y a veces, dependiendo de la cantidad de plantas que se tenga, puede ser bastante complicado de llevar a cabo. "Lo que no polinices lo pierdes", matiza Hueso Martín.
Pero no todo es tan negro como parece. Dado que el tamaño de los frutos depende del origen del polen, puedes conseguir productos más grandes cuando el polen procede de otra variedad, es lo que se llama polinización cruzada y es Lo que se está haciendo entre todos los cruces posibles para de esta forma obtener los mejores resultados
"Para producir frutos de 400-600 g, comercialmente los más valorados, necesitamos combinar variedades en nuestra explotación en la proporción adecuada para que las floraciones se solapen", explican desde Plataforma Tierra.
Pero los avances que se han conseguido van más allá: "Se están empezando a plantar variedades que se denominan autopolinizantes y son autocompatibles por tanto ya ni es necesario hacer polinización cruzada", explica el ingeniero sobre el futuro de la producción de esta planta tan preciada. Es decir, la introducción de estas nuevas variedades podría acabar con el problema de la pitaya y lograr que podamos obtener de este fruto todas las ventajas que su producción implica.
"En la estación experimental de la Fundación Cajamar llevamos investigando a la pitaya desde 2012, hemos ido avanzando en ver cómo se comporta en nuestras condiciones, en invernadero hemos visto su potencial productivo y estamos analizando las distintas variedades y su potencial, innovando, adaptando lo que sabemos a la pitaya. Para producir frutos tropicales y exóticos en España tenemos ventajas frente a otros países, no veo yo a un holandés produciendo pitayas", añade el investigador.
Porque este producto, originario del sur de México y Centroamérica, en invernadero y con una serie de precauciones puede desarrollarse sin problemas (además de en Canarias) en la franja sur y mediterránea:"Resulta interesante porque no necesita mucha agua, ni humedad y eso en un escenario en el que vamos tener cada vez menos agua para los cultivos es un tema a tener en cuenta especialmente para zonas con poca dotación hídrica".