Raquel Barrera, una mujer de 28 años de El Salvador, vio morir a sus dos padres y a tres hermanos en menos de dos meses, debido al contagio por coronavirus. La enfermedad, que en El Salvador ha contagiado a cerca de 14.000 personas, atrapó a muchos de los 23 miembros de la familia Barrera, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
El primero en fallecer fue el padre de la familia, Felix Barrera de 80 años, el 28 de mayo. Dos días después murió su esposa, Lucía Barrera de 69 años, Raquel explica que cuando su madre comenzó a sentir fiebre, contactó con el servicio de emergencia, pero la ambulancia llegó al día siguiente cuando ya había fallecido.
Al fallecimiento de los padres, le siguió el de los hijos Jesús, un enfermero de 52 años, Joaquín Antonio de 42, y Carlos Humberto de 40. Los padres fallecieron en su casa, mientras que los tres hermanos estuvieron internados en hospitales.
Raquel sobrevivió con sus cinco hijos José David (21), Joel Antonio (15), Rebeca Abigail (14), Herson Samuel (9) y Rut Elizabeth (4).
Además de esto, la familia sufrió discriminación en su vecindario cuando llegaron los médicos a ordenar la cuarentena. Raquel manifiesta que los servicios sanitarios no les ayudaron lo suficiente y que les hicieron escoger quienes de ellos se harían la prueba y quienes no. A falta de medicamentos, la salvadoreña explica que los restantes miembros de la familia han superado la enfermedad con té de jengibre, limón, manzanilla, y cebolla morada licuada con miel de abeja, según cuenta en una entrevista a AFP.