Bowers dijo que su amiga parecía haber desarrollado una reacción alérgica. "Una especie de reacción alérgica, así es como lo llamaría. Eso es lo que pensamos", asegura Bowers.
Dos días más tarde, el estado de salud de LeBlanc empeoró. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades declararon que comer ostras crudas "puede aumentar las probabilidades de que se enferme con vibriosis".
Los médicos también han informado de que las personas también pueden infectarse con la bacteria después de nadar en agua de mar caliente con una herida abierta, según recoge Fox News.
LeBlanc luchó contra la infección durante 21 días, pero terminó perdiendo la batalla. "Si hubiéramos sabido que el riesgo era tan alto, creo que habría dejado de comer ostras", ha asegurado un compañero de la víctima.