La joven, que trabajaba de enfermera en una guardería infantil, llevaba sufriendo fuertes dolores de estómago desde los nueve años. A pesar de que este dolor le impedía en muchas ocasiones llevar una vida normal, nunca tuvo un diagnostico sobre lo que le pasaba.
El médico de cabecera de la familia de la señorita McCorkindale, el doctor Marcus Jacobs, ha indicado que "Tamara tenía una gran incomodidad pero nunca fue diagnosticada. Había visto a varios especialistas a lo largo de los años y con frecuencia se sentía frustrada por la falta de diagnóstico".
Según recoge The Sun, Tamara fue encontrada muerta en su cama después de que no respondiese a las llamadas de su familia. Cuando entraron en su habitación vieron como estaba rodeada de varias tabletas de analgésicos que habría tomado para tratar de aliviar el dolor que sufría.
Tras su muerte, los médicos no han sabido dictaminar la causa exacta de su fallecimiento. El médico de cabecera de la familia, Richard Taylor, asegura que "ya sea que haya tardado un poco, haya dormido y haya tomado algo más, solo podemos especular. Puede haber tomado un poco más de lo que debería haber hecho. Solo puedo ofrecerle mis sinceras condolencias".