El mercado de coches de segunda mano es una buena opción a la que recurrir cuando pensamos en adquirir un vehículo o cambiar el que ya tenemos. Precios más bajos y disponibilidad casi inmediata son dos grandes ventajas, y más en estos tiempos en los que hay tantos retrasos en las entregas. Pero, aunque no son muy frecuentes, hay que tener precaución con las estafas de vendedores que solo buscan aprovecharse de la ingenuidad y ganas de tener un coche nuevo de los demás.

En Internet es donde se acumulan la mayor parte de las estafas, como la venta de coches que no existen, la petición de una señal por parte del estafador, el intentar vender un automóvil con más kilómetros de los que se indica o la falsificación de documentos para fines delictivos. Conviene que sigas los siguientes consejos para evitar que te timen:

Lo más importante al comprar un vehículo de segunda mano, online o en persona, es la fiabilidad del vendedor. Una buena forma de ver lo que de verdad piensan los clientes de ese vendedor son las reseñas online. Si hay muy pocas opiniones y son todas muy perfectas, desconfía. Si las valoraciones forman una C (muchas valoraciones de 5 y 1 estrellas), también hay gato encerrado. En ocasiones las buenas reseñas se compran para situar un negocio a la cabeza en internet.

Si el vendedor solo contacta contigo a través del correo electrónico no es buena señal. Sospecha también de los e-mails que están mal redactados, con frases sin concordancia, que parecen traducciones literales o están escritos en otro idioma. Desconfía también de los vendedores que se niegan a facilitar la matrícula de su coche, o que dan largas a tus preguntas. Por mucho que te guste el coche y su precio, más vale prevenir que curar.

Un vehículo de ocasión por definición no está nuevo y un vendedor serio no intentará esconder los defectos, sino que los mostrará con transparencia. La mejor opción es ver el coche en persona y probarlo, pero si la compra es online, puedes pedir tantas imágenes o vídeos como necesites. No hagas caso de los anuncios que no se acompañan de una fotografía. Si tienes dudas sobre si autenticidad de la imagen, pide al vendedor una foto muy concreta. Tampoco hay que dar una señal bajo el argumento de que hay muchos potenciales compradores interesados.

La manera más sencilla que tienen los estafadores de engatusarnos es mediante un precio atractivo en el coche que venden, pero si el precio es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. No te fíes de los coches que tienen un precio al menos un 20% más bajo del que tienen vehículos de similares características. Quizá el supuesto vendedor diga que le urge la venta, o que se muda de inmediato y necesita vender el coche. El anuncio puede ser real, pero tendrás que ser extremadamente cauto y desconfiado.

Nunca envíes documentación original ni fotocopias por correo electrónico o vía postal, ya que los estafadores pueden utilizarla para falsificar documentos. Puedes pedir el informe de tráfico del vehículo en cuestión y ver que toda la documentación está en regla. Lleva el coche a un taller para acreditar su estado y que el profesional corrobore que el número de kilómetros se ajusta al desgaste que presenta el vehículo.

Un vendedor serio usa métodos de pago serios y bancos de primera línea. Si alguien te pide que uses alguna plataforma que suene rara para pagar, cabe desconfiar. Ojo también con el pago por adelantado. El denominado 'timo del inglés' puede darse con otro tipo de nacionalidades, pero tiene siempre el mismo formato: un vendedor y/o un coche fuera de España. La excusa para no poder vender ese coche en ese país puede variar, pero lo que no cambia es que siempre existe una intermediación de una presunta empresa de transporte internacional que enviará el coche a tu domicilio, con el objetivo de que desembolses una cantidad moderada de dinero que jamás volverás a ver.