Las vacaciones son el momento perfecto para disfrutar de los pequeños placeres, dejando atrás la rutina diaria y conectando a través de los sentidos. Una oportunidad única para relajarse y crear recuerdos inolvidables en compañía de aquellos que nos importan y nos aportan ese toque extra de energía. Entre ellos, nuestras mascotas: los miembros más especiales de la familia, con los que también se puede viajar.
Diseñado para ofrecer una experiencia inolvidable y ubicado en pleno corazón de La Mancha, el Hotel La Caminera permite a los huéspedes sumergirse en un entorno exclusivo de paz y tranquilidad acompañados de sus mascotas. Desde paseos por los paisajes manchegos, permitiendo explorar la belleza natural de la región, hasta experimentar un almuerzo campestre, las opciones que ofrece La Caminera para vivir una estancia inolvidable con los miembros de cuatro patas de la familia son infinitas y variadas. Aptas para mascotas de hasta 20 kilos de peso.
Desde habitaciones de 32 m2, hasta exclusivas suites de 82 m2, el complejo ofrece una amplia variedad de espacios: estancias acogedoras con instalaciones de lujo donde perderse para volver a encontrarse, garantizando el pleno disfrute de los momentos más personales también con las mascotas. Los indiscutibles miembros especiales de la familia a los que Hotel La Caminera pone a su disposición camas, comederos y chucherías variadas.
Asimismo, diseñado para crear recuerdos únicos, este enclave dispone de diferentes peculiaridades para conocer y experimentar como su pista de aterrizaje privada, que permite la llegada de huéspedes en vuelos privados directamente al hotel. Pues, combinando confort, lujo y conexión con la naturaleza y los animales, La Caminera está comprometida con lograr de cada visita una experiencia verdaderamente memorable.
Buscando que cada huésped encuentre su propia forma de relajarse y disfrutar, el hotel La Caminera invita a respirar el aire puro de un enclave paradisíaco y propone diferentes actividades al aire libre: un circuito de golf o una sesión de yoga para los más deportistas, una cata de vinos manchega maridada o un almuerzo campestre, para aquellos más gastronómicos.
Además, para proporcionar una experiencia enriquecedora y autóctona, la Casa de Campo ofrece otras actividades como una visita privada y cata de aceites a una reconocida y premiada Almazara de la zona, el avistamiento de águilas imperiales con un experto en ornitología o una excursión en carro de caballos por los alrededores de la finca.