Luz verde al Plan Reside para llevar pisos turísticos fuera de edificios residenciales en el centro de Madrid

  • Se prevé que el texto entre en vigor en agosto de 2025

  • El objetivo es acabar con la pérdida de población del centro de la ciudad y mejorar la convivencia entre vecinos y visitantes

  • Un modelo donde los pisos turísticos coexistan con otras modalidades de alojamiento

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves someter a información pública la modificación del Plan General para la protección y mejora del uso residencial a través del Plan RESIDE. El texto que lo compone sustituirá al actual Plan de Hospedaje de 2019 por haber resultado ineficaz para frenar la pérdida de viviendas destinadas a uso residencial en la ciudad y la proliferación de pisos turísticos. 

El Plan RESIDE, promovido por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, se centra en tres objetivos: acabar con la pérdida de población del centro de la ciudad y ampliar la oferta residencial, ordenar la oferta turística y mejorar la convivencia entre vecinos y visitantes.

Madrid quiere apostar por un modelo donde los pisos turísticos coexistan con otras modalidades de alojamiento, pero salvaguardando a los residentes de los efectos que supone compartir espacio en una misma finca. Por esta razón, el Plan RESIDE no permitirá que operen pisos turísticos en edificios residenciales, apostando por su concentración en bloques destinados íntegramente a la actividad turística.

Perímetro que separa los dos ámbitos regulados

El Ayuntamiento simplifica la regulación. Mientras el PEH reglaba sobre tres anillos, el Plan RESIDE actúa en dos ámbitos: el centro histórico, donde la presencia de viviendas turísticas es mayor y, por tanto, también es mayor la pérdida de activos inmobiliarios para uso residencial, y el resto de la ciudad.

Las obligaciones que incluye para el centro histórico quedan delimitadas a medio centenar de vías. En el interior de este perímetro, el Plan RESIDE establece directrices para proteger el uso residencial: se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales, incluso en planta baja. En edificios que no sean de uso residencial, se admiten los pisos turísticos sin limitaciones. En edificio residencial catalogado ubicado en calle no terciarizada, sólo podrá cambiarse el uso a pisos turísticos en edificio exclusivo durante 15 años, con licencia directa ligada a la rehabilitación y restauración del edificio. Posteriormente, volverá a tener uso residencial.

En el exterior del centro histórico, el Ayuntamiento de Madrid permite la implantación de pisos turísticos bajo las condiciones actuales tanto en edificios completos como en viviendas dispersas que convivan con uso residencial. En este último caso, se incluye como novedad la obligación de que esos pisos turísticos dispongan de acceso independiente.

Por otro lado, para recuperar el uso residencial: el Ayuntamiento ofrecerá ventajas urbanísticas para convertir edificios de uso terciario en uso residencial, con incentivos como el incremento de la edificabilidad existente.

Además, queda admitida la transformación de equipamientos dotacionales privados, catalogados y obsoletos en uso residencial para viviendas de alquiler asequible y/o coliving. Este cambio sólo se permitirá en edificios catalogados, mediante un plan especial de protección que asegure su restauración y rehabilitación. Actualmente, hay 210 edificios de estas características en el centro histórico de la ciudad.

Para proteger el comercio de proximidad: con el Plan RESIDE no se permite la transformación de los locales comerciales en pisos turísticos en el centro histórico y la transformación de locales en viviendas en las principales vías terciarias. En este sentido, en el exterior del centro histórico se prohíbe en una treintena de calles madrileñas la transformación de locales en viviendas y pisos turísticos.

Plazos para su aprobación

La aprobación inicial de la modificación del plan general se somete ahora a información pública durante el plazo de un mes, es decir, hasta el mes de enero. Tras responder a las alegaciones, se elevará a Pleno para su aprobación provisional en el mes de abril. Posteriormente, la Comunidad de Madrid revisará el texto para su aprobación definitiva. Se prevé que el texto podría entrar en vigor en agosto de 2025.

Suspensión temporal de nuevas licencias

En la ciudad, operan 17.360 establecimientos turísticos. El 92,7 % son pisos turísticos y sólo el 7 % son legales, unos 1.131.  Almeida puso en marcha el pasado 25 de abril un plan de acción transitorio hasta la aprobación definitiva del Plan RESIDE para equilibrar el mercado de hospedaje en la ciudad. 

En él se contemplan la suspensión temporal de las licencias municipales desde aquella fecha y endurecimiento del régimen sancionador para aquellos propietarios cuyos inmuebles operen como viviendas de uso turístico (VUT) sin contar con autorización del Ayuntamiento.

También se incluye el refuerzo de la plantilla de inspectores en un 15 %. La publicación de un listado oficial de VUT con licencia y su ubicación real (hasta la fecha sólo hay 1.131 pisos con licencia en la ciudad). Además, desde el 25 de abril, se han 'congelado' las licencias de pisos turísticos.

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