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En el marco del proyecto que dará vida al Paseo Verde del Suroeste de Madrid, (con el soterramiento de la A-5), desde este lunes y hasta dentro de unas 3 semanas, se ocuparán 300 metros del carril exterior de la calzada norte de esta autovía, ampliándolo y dotándolo de mayor capacidad, a fin de llevar a cabo, ya en enero, la primera fase de desvío del tráfico del sur al norte.
En concreto, se ocuparán 300 metros del carril derecho de la calzada norte para poder ampliar un tramo de 200 metros que lo dote de mayor capacidad.
Así, según informan desde el Consistorio, se podrán transformar, provisionalmente, sus cuatro carriles “en dos de salida y dos de entrada”, con una barrera de hormigón para separar las dos direcciones.
Estos trabajos de demolición del carril se desarrollarán durante tres semanas, en las que se ocupará el carril derecho del paseo de Extremadura que va desde la primera intersección de la calle Dante con el paseo de Extremadura hasta el nº 200 del paseo de Extremadura. La demolición de acera se desarrollará desde la segunda intersección de la calle Dante con el paseo de Extremadura hasta el nº 196, es decir, los 200 metros estimados en el proyecto, tal y como indica la infografía.
A fin de no alterar, en la medida de lo posible, el quehacer diario de los madrileños y madrileñas, se habilitará una parada provisional de autobús en sustitución de la nº 881, a escasos diez metros de la actual, situada haciendo semiesquina con la segunda intersección de la calle Dante con el paseo de Extremadura (la que está a continuación de la estación de servicio de CEPSA).
Mientras duren estos trabajos de demolición, se habilitará una ruta peatonal alternativa a través de las calles Dante, El Greco y Villamarín, que dará también acceso a dicha parada.
La cubrición de la A-5 y posterior ejecución del Paseo Verde del Suroeste en superficie, permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal, que conecta con Madrid Río, hasta la avenida del Padre Piquer.
De esta manera, se reducirán en un 90 por ciento los vehículos en superficie y, con ello, también habrá menos emisiones contaminantes.
Además de recuperar para los vecinos el espacio que ocupa el asfalto, desde el Ejecutivo local aseguran que “se va a mejorar la movilidad peatonal en trasporte público y la viaria, redundando en la mejora de la seguridad vial en el entorno”.
Con estas obras, se lograrán resolver, además, “los problemas de retenciones en conexiones conflictivas como el paseo de Extremadura, Batán y Boadilla”.
La movilidad ‘blanda’ se fomentará gracias a la construcción de un carril bici bidireccional semaforizado de tres kilómetros, que empezará en la calle Illescas y conectará con el existente en la avenida de Portugal, enlazando así con Madrid Río.
De este modo, se potenciará el uso de este medio de transporte para acceder al centro.
El proyecto en superficie contempla, además, aceras más amplias y 28 nuevas conexiones peatonales frente a las diez actuales, “favoreciendo los tránsitos a pie”, aseguran los promotores.
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