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Otra investigación policial que consigue desarticular una banda delictiva, después de la que fue desmantelada en Valencia, integrada por georgianos. Estaba asentada en la Comunidad de Madrid y se dedicaba a robar móviles de alta gama.
Según ha informado este sábado la Policía Nacional, hay 12 detenidos, que utilizaban la violencia para sustraer los smartphones en tiendas de telefonía ubicadas en distintos puntos de España. De hecho, se han logrado esclarecer hasta 18 robos cometidos.
Hasta los comercios objetivo se desplazaban desde la Cañada Real Galiana, donde estaban asentados los miembros del grupo. Utilizaban vehículos alquilados o a nombre de terceras personas para encontrar establecimientos viables, que estudiaban muy bien.
Analizaban tanto la zona como las marcas y los modelos de teléfonos que vendían, así como las medidas de seguridad instaladas. Incluidas cámaras de vigilancia y los movimientos del personal encargado de evitar que robasen.
Luego, tres o cuatro hombres entraban en el interior del local y arrancaban los dispositivos de sus expositores. Aunque estaban bien anclados, recurrían a la fuerza bruta para desengancharlos y huir rápidamente del lugar.
La investigación, que se inició en febrero, ha podido corroborar que actuaban de esta forma organizada y coordinada. Los agentes descubrieron un aumento de robos violentos e intimidatorios en negocios de venta de móviles.
Gracias a la colaboración con las autoridades de Rumanía, identificaron a una banda itinerante, especializada en delitos contra el patrimonio. Uno de estos hechos lo habían llevado a cabo en Ciudad Real. Huyeron a gran velocidad en coches.
Pero poniendo en peligro al resto de conductores y acometiendo contra los policías que intervinieron para tratar de arrestarlos. Posteriormente, averiguaron que existía un vínculo con los otros sucesos en las tiendas.
Resulta que los ladrones se dedicaban también a la sustracción de cables de cobre en la capital española. Alternaban esto con lo otro, moviéndose por las noches en varios automóviles hasta instalaciones de placas fotovoltaicas.
Mientras unos vigilaban en el exterior del recinto, los demás accedían tras cortar el vallado del perímetro y retiraban el caro material del cableado. Ese que luego vendían casi de inmediato para obtener a cambio sumas de dinero.
En los registros durante el desarrollo de la operación policial, los efectivos del Cuerpo lograron detener al líder del grupo. Se le imputan hasta 16 delitos. El juez ya ha decretado prisión provisional para dos de los integrantes más activos.
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