Un hombre que mató a su expareja de 20 años en su piso de Madrid en 2022 ha confesado que lo hizo tras convencerla para quedar a pesar de que tenía una orden de alejamiento de ella y de la madre de la joven, con quien el procesado había mantenido a la vez una relación sin que la progenitora lo supiera.
La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este lunes el juicio a R. J. Z. Q., para el que la Fiscalía pide 16 años de cárcel por matar con un objeto punzante a su expareja tras incumplir en reiteradas ocasiones una orden de alejamiento que estaba vigente.
El Ministerio Público le imputa los delitos de homicidio y quebrantamiento continuado de condena por la muerte el 28 de diciembre de 2022 de Rubi R.C., con quien había mantenido una relación, al igual que lo había hecho con la madre de la joven, sin que esta lo supiera.
El procesado ha contestado varias veces "sí", tranquilo, a preguntas de su abogado, reconociendo así que conocía la orden de alejamiento que tenía vigente sobre la víctima, que a pesar de eso la convenció para que se vieran, que dieron una vuelta y luego fueron a su piso, donde la apuñaló varias veces, sabiendo que ella no se podía defender y que confiaba en él.
También ha contestado -de la misma forma escueta- que sí había bebido, que mantenía en secreto su relación con la joven y que él padece un trastorno límite de la personalidad y un trastorno adaptativo.
Este reconocimiento de los hechos podría dar pie a que la Fiscalía rebaje su petición inicial de pena, aunque en los juicios con jurado no es posible oficialmente una conformidad. Ninguna parte ha confirmado este extremo este lunes, y no será hasta el fin del juicio cuando se sepa si se llega a ese acuerdo.
Tras la declaración del acusado, el presidente de la Sala ha explicado al jurado que se suspenderían muchas de las pruebas previstas de cara al juicio y que la vista oral podría acabar mañana.
Según el escrito de la Fiscalía, el procesado, que tenía 36 años en el momento del crimen, había sido condenado días antes, el 22 de diciembre, por un delito de amenazas contra una expareja -una mujer que entonces tenía 56 años-, a diez meses de prisión y a 22 meses de alejamiento y de prohibición de comunicarse con ella.
En esta sentencia también fue condenado a no acercarse ni comunicarse con la hija de esa expareja, una joven de 20 años con la que el acusado también había mantenido una relación sin que su madre lo supiera, y a la que presuntamente acabó matando.
Relata la Fiscalía que el procesado compartía domicilio en Madrid con la primera mujer, E.M.B.C., y desde mayo de 2021 comenzó a vivir con ellos la hija de esta, Rubi R.C., que había venido a España desde Perú, país originario de todos ellos.
"Al poco tiempo ambos comenzaron una relación sentimental que mantuvieron en secreto y de la que E. M. B. C. no se apercibió", explica el escrito.
Pese a que al acusado se le comunicó a finales de 2022 la prohibición de acercarse o comunicar con ambas mujeres, hizo llamadas a la joven y se reunió con ella dos veces, la última el 28 de diciembre, día en que la convenció para ir a su piso.
Allí, "con ánimo de acabar con la vida de la mujer", la atacó con un cuchillo causándole varias heridas que le produjeron la muerte por hemorragia.
Las víctimas de la violencia machista y su entorno pueden pedir ayuda en distintos recursos activos todos los días de la semana y las 24 horas del día: el teléfono 016, el correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y el canal del WhatsApp en el número 600 000 016.
En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y, si no es posible hacer esa llamada, en caso de peligro existe también la opción de activar la aplicación Alertcops, que envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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