La huelga de agricultores ha colapsado el centro de Madrid, centenares de tractores llegaron hasta la Puerta de Alcalá, pararon el tráfico y se manifestaron ante la mirada de todo el país. Una reivindicación masiva a la que acudieron en tractor y a la que decidieron llevar a un cabestro que paseaba por las calles asfaltadas de la capital. Una imagen muy llamativa que ha sido denunciada por PACMA por no respetar los derechos del animal.
El alboroto formado por los pitos, los gritos de los manifestantes, el sonido de los motores del tractor o el ruido de los semáforos son algunos de los ejemplos de los niveles de contaminación acústica a los que se ha tenido que enfrentar el cabestro en el centro de Madrid. El animal fue alejado de su hábitat natural, desplazado por carretera hasta la capital y allí le hicieron tirar de un carruaje mientras todos los manifestantes lo rodeaban, miraban y le jaleaban.
El sufrimiento del cabestro aumenta si tenemos en cuenta los elevados niveles de estrés a los que tiene que estar sometido durante la manifestación, el miedo que puede generarle estar en medio de la multitud y, sobre todo, estar situado en el centro de Madrid, uno de las zonas de la capital que tiene los índices más altos de contaminación de CO2. Una cantidad de factores que hacen que el animal no se encuentre en las mejores condiciones y que partidos animalistas levanten la voz para defender sus derechos.
Desde Pacma consideran que esta imagen es "muy triste" y explican que el sufrimiento del toro se multuplica porque "está fuera de lugar, en plena ciudad y mucho más cuando están en medio de una huelga...". Además, desde el partido animalista quieren denunciar públicamente el modo en el que el sector primario se está manifestando: "La última vez llevaron a una oveja, no sabemos si estaba viva o muerta, en una huelga en Cataluña tiraron conejos...".
"Los animales no tienen por qué pagar los problemas de las personas", dicen desde Pacma muy enfadados con la presencia del cabestro en el centro de Madrid. Una situación que se repite constantemente en las diferentes manifestaciones y que desde Pacma quieren mandar un contundente mensaje a los trabajadores del sector primario: "Estas personas nos acusan constantemente, dicen que los 'urbanitas' no tenemos ni idea de animales y se supone que son ellos los que los conocen... pues saben que los animales no tienen que estar ahí y los hacen sufrir".
Para terminar, la imagen del toro paseando por la Puerta de Alcalá entre la multitud ha indignado a Pacma, que sentencian: "Esto se está convirtiendo en una costumbre porque así consiguen llamar la atención de la gente. Lo hacen porque saben que se les va a escuchar más. Es triste, pero es una estategia".