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La Guardia Civil realizará un nuevo registro en el chalé de Colmenar Viejo en el que vivían los padres investigados por presuntamente maltratar a sus ocho hijos, han informado a Europa Press fuentes próximas a la investigación. Los investigadores buscan material sanitario, que supuestamente habría robado el principal investigado del hospital Gregorio Marañon, donde trabaja como médico.
La jueza de Instrucción número 4 de Colmenar, ha ordenado la diligencia dentro de las pesquisas judiciales que arrancaron hace casi un año por este asunto a raíz de la detención de los progenitores.
Los agentes en el registro buscarán pruebas sobre la supuesta comisión de un delito de hurto de material médico del hospital Gregorio Marañón en el que trabaja el investigado, padre los 8 menores implicados en el caso. En el primer registro, los agentes hallaron en la vivienda abundante cantidad de material sanitario como batas, trajes de quirófano, guantes, medicamentos, entre otros.
El caso avanza despacio y a medida que marcha la investigación la acusación se va debilitando, según indican las mismas fuentes. El pasado mes de abril, el magistrado rechazó que la madre de los niños ingresará en prisión por vulnerar la prohibición de comunicarse con los menores a instancias de la Comunidad de Madrid al ser el responsable de tutelar a los hijos.
El caso se hizo público después de que una de las hijas mayores alertara en el centro escolar de presuntos episodios de malos tratos a manos de su padre hacia ella y sus hermanos en la casa donde convivía toda la familia.
El médico y su esposa, padre de los 8 menores supuestamente víctimas de malos tratos, se encuentran en libertad provisional tras ser detenidos por la Guardia Civil a finales del mes de marzo de 2023. El investigado es médico de urgencias del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid donde sigue en activo.
La petición de ingreso en prisión se formuló a través de la acusación que ejerce la Comunidad al tener conocimiento de que una de las hijas había logrado hablar con su madre a través de una llamada telefónica a pesar de la prohibición de la investigada en comunicarse con las menores.
La Guardia Civil acusa al matrimonio de maltratar a sus ocho hijos, a quienes obligaban a "malvivir" en una habitación, teniendo prohibido pisar el salón. Los menores eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
El pasado 20 de marzo, el Equipo de Policía Judicial de Colmenar llevó a cabo una entrada y registro del domicilio. En dicho registro también participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local de Colmenar Viejo, Servicios Sociales y agentes del Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid.
En las entrevistas con los niños estos han relatado episodios de violencia hacia ellos y hacia su madre, algo que ambos progenitores niegan. Una de las menores comentó incluso que su padre le habría dislocado la clavícula en uno de sus golpes.
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