Las cinco macrofiestas autorizadas para Nochevieja en Madrid acogerán a 8.000 personas
Serán en las localidades de Alcalá de Henares, San Agustín de Guadalix, Cobeña, Ajalvir y Guadalix de la Sierra
Entre las cinco macrofiestas autorizadas se dará acogida a más de 8.000 personas
La Puerta del Sol dobla el aforo hasta 15.000 personas para las Campanadas de este año
La última noche del año es una noche que habitualmente se presta a celebraciones multitudinarias; bien sea en discotecas o al aire libre, a la gente le gusta rodearse de multitud de amigos y conocidos para brindar por el estreno de un nuevo año y, si es posible, mejor respetando todas las medidas de organización y seguridad posibles.
La Comunidad de Madrid, según ha confirmado un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, ha autorizado ya cinco macrofiestas de Nochevieja en las localidades de Alcalá de Henares, San Agustín de Guadalix, Cobeña, Ajalvir y Guadalix de la Sierra, “lugares que no suelen organizar este tipo de eventos”, afirman.
MÁS
En concreto, ha sido la Dirección General de Seguridad, la que ha concedido licencia para la celebración de estas macrofiestas, al entender que se dispone de todo lo necesario en relación a la seguridad y el aforo de cada evento.
Este año, ya sin ningún tipo de restricciones por la pandemia, prevén dar acogida a cerca de 8.000 personas entre los cinco recintos aprobados.
Madrid estudia otras dos macrofiestas en Griñón y en el hotel Novotel de la capital
En Alcalá, el macroevento se desarrollará en el pabellón Ruiz de Velasco, donde se espera que asistan 4.275 personas; en Cobeña en el polideportivo municipal, con 1.500 asistentes; en San Agustín también en el polideportivo municipal, donde acudirán unas 1.100 personas; en Guadalix, en el gimnasio municipal, con capacidad para 500 personas; y en Ajalvir, en el polideportivo municipal, con un aforo previsto similar al anterior.
Además, la Comunidad de Madrid estudia la aprobación de otras dos macrofiestas en el polideportivo municipal de la calle Miguel Hernández, de Griñón para 1.000 personas, y otro en el Novotel de la calle O'Donnell de Madrid con un aforo estimado de 300 individuos.
El año pasado se autorizaron macrofiestas con similares foros y localizaciones en Ajalvir, San Agustín, Alcalá, Cobeña, Guadalix y finalmente también la de Griñón, situada en el gimnasio de la calle Panete.
Llamamiento a la prudencia
El departamento que dirige Carlos Novillo debe autorizar estos eventos al ser el responsable en lo relativo a la seguridad y a que se cumpla la actividad de lo que se propone en la solicitud. La normativa regional obliga a solicitar autorización para las actividades extraordinarias que se celebran en Halloween o fiestas navideñas como Nochebuena, Reyes o Nochevieja, entre otras.
El Gobierno regional se limita a autorizar o denegar aquellos eventos que se quieren celebrar en lugares cuya licencia municipal no habilita para espectáculos públicos o actividades recreativas porque donde sí se habilita, le corresponde al Ayuntamiento. Es decir, las macrofiestas en lugares con licencia para este tipo de eventos no tienen que solicitar nada.
Como en años anteriores, y como ocurre en eventos con afluencia significativa de personas, la Comunidad de Madrid hace un llamamiento a la prudencia de los madrileños apelando al ejercicio de un sano y responsable disfrute de las celebraciones que tienen lugar la última noche del año, y el resto del calendario.
En este sentido, se invita a los madrileños a extremar la precaución durante las celebraciones en recintos cerrados, evitando el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias, ingesta cuyo uso incontrolado puede incidir en el incremento de situaciones de riesgo en general y, en particular, de accidentes en la carretera.
Porque no siempre la celebración acaba con todas las personas a salvo de vuelta en sus hogares. Conducir bajo los efectos del alcohol, exceder el aforo de los locales o pasar por alto ciertos problemas de seguridad, son sólo algunos de los problemas que pueden derivar de una celebración mal programada y que la Comunidad de Madrid trata de evitar.