La Policía Nacional ha informado en un comunicado de la desarticulación de un grupo criminal dedicado presuntamente a las estafas informáticas de diverso tipo. Se ha detenido a un total de 34 personas en la operación.
Los miembros de la organización disponían de datos de más de cuatro millones de personas. Eran utilizados para realizar campañas de 'vishing' (simulando ser empresas de suministro eléctrico) o de phishing, suplantando la identidad de entidades bancarias.
También usaron la información personal para cometer la llamada estafa del 'hijo en apuros'. En un caso concreto, estafaron a una mercantil tecnológica, al aprovechar que uno de sus trabajadores ocupaba un puesto estratégico en una multinacional.
Entonces, desviaron mercancía de proveedores hacia el propio grupo criminal, en vez de que los productos informáticos y electrónicos llegasen a su verdadero destinatario, la compañía víctima que los había adquirido.
Cabe destacar que los líderes del entramado utilizaban documentación falsa, haciendo uso de técnicas de 'spoofing' para ocultar su identidad e invertían sus ganancias en criptoactivos. Las actividades fraudulentas llevadas a cabo alcanzaron casi los tres millones de euros.
En la operación, se han practicado registros en localidades de las provincias de Madrid, Málaga, Huelva, Alicante y Murcia. En ellos, los agentes han intervenido dos armas de fuego simuladas (una corta y otra larga), varias navajas, una catana y un bate de béisbol.
Además, han encontrado 80.000 euros en efectivo, cuatro vehículos de alta gama y gran cantidad de material informático valorado en miles de euros. Ahí tenían una base de datos con información cruzada de todas las personas de las que los habían obtenido.
Gracias a esta investigación, que se inició a principios de año, se han esclarecido más de 1.000 denuncias. No se descarta identificar a más responsables y víctimas. Los arrestados hasta ahora fueron descubiertos por acceder de forma ilegal a datos de bancos.
Ingresaban en las cuentas corrientes de clientes distintas cantidades de dinero, procedente de una entidad crediticia. Acto seguido, contactaban con ellos, informando que por error informático habían ingresado un préstamo y debían devolverlo.
Con el avance de las pesquisas, se descubrió que además, penetraron en otras bases de datos mercantiles multinacionales. Igualmente vendían a otros grupos criminales unas páginas webs programadas por los hackers del entramado.
Realmente eran sitios falsos de entidades bancarias y el intercambio se producía a través de foros especializados. Los principales líderes de al red desarticulada ya han ingresado en prisión provisional.