Los fieles del Sorteo de Navidad: un hombre vestido de novia, una 'rana' octogenaria y un antiindependentista
Informativos Telecinco / Agencias
22/12/201812:27 h.Los tres son amigos, y forman parte del grupo de incondicionales del sorteo que organiza durante todo el año su cita con los niños de San Ildefonso manteniendo el contacto mediante un grupo de Whatsapp.
Bajo un velo nupcial se esconde Jesús Manuel, santanderino y el primero en acceder este año al Teatro Real tras una espera de más de 30 horas. Su hijo Sergio, de 12 años, le ha acompañado a Madrid, aunque no ha padecido los rigores de la intemperie: el chaval aguardaba cómodamente en una habitación de hotel. Jesús Manuel, que ya ha presenciado el sorteo en directo "14 o 15 veces", viene con un décimo del número 00001, cortesía de su amiga Manoli, otra de las imprescindibles del Teatro Real.
"Yo entro siempre la primera, pero esta vez le he dejado a él porque venía con el niño", desvela a Europa Press esta mujer de 81 años, nacida en Ceuta y vecina del madrileño barrio de San Blas, que ha acudido embutida en un traje de "ranita de la suerte". "Me lo ha comprado mi hija por Internet", explica risueña antes de contar, uno por uno, los 50 décimos que juega, cuyos números ha apuntado minuciosamente en una hoja de papel escolar.
"Para mi esto es una ilusión, haces amistades, nos 'guaseamos' y aquí me olvido del marido", añade la mujer, una de la quincena de personas que forman el selecto grupo de Whatsapp 'Lotería de Navidad', integrado por los fanáticos del sorteo, y del que es administrador Álvaro, camarero malagueño de 25 años.
"A mi la espera se me hace corta", asegura este joven que lleva acudiendo al sorteo desde que cumplió la mayoría de edad. En esta ocasión, ha decidido encarnar al "superhéroe español": traje con el toro de Osborne, montera torera y bandera rojigualda con el escudo del Málaga Club de Fútbol conforman su atuendo. Un disfraz al gusto de Juan, leonés de 37 años, otro miembro de la cuadrilla fiel a los bombos.
Hostelero y antiindependentista, Juan tiene un disfraz fetiche: el de obispo. "Siempre vengo con el cartel de uno al que quiero mandar al infierno", proclama. El año pasado, su ojeriza iba dirigida al expresidente de Cataluña Carles Puigdemont. Ahora desea fuego eterno a su sucesor al frente de la Generalitat, Quim Torra, y también al humorista Dani Mateo.
"¡Aleluya!", exclama Juan cuando se canta uno de los premios, cegando la visión del escenario a su compañero Antonio, gallego de 54 años residente en el barrio de Villaverde de Madrid, que se sienta en la butaca de atrás. Su disfraz es de "guardia real", aunque a su amigo le recuerda más al que aparece en la etiqueta de la ginebra Beefeater.