El segundo premio, el 6095, deja una lluvia de millones y de alegría a los ciudadanos de Alicante
Se ha repartido en Pinoso, Crevillente, Elda, y Callosa de Segura
Este número está dotado con 1.250.000 euros a la serie
También ha tocado gran parte de este premio en Gandía y Manises
El segundo premio, el número 6.095, ha dejado una lluvia de millones en la provincia de Alicante. El número, dotado con 1.250.000 euros a la serie, se ha repartido en las localidades valencianas de Gandia y Manises, y en las alicantinas de Pinoso, Crevillente, Elda, y Callosa de Segura. En total, entre las seis administraciones tenían consignados 89 décimos de este número del Sorteo de la Lotería.
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Así, la administración número 7 de Gandia, en la calle de la Vírgen, tenía consignados 45 décimos, y la de número 2 de Pinoso, en el Paseo de la Constitución, otros 29. Por su parte, la número 4 de Crevillente, en la calle Virgen del Pilar, tenía 8 boletos, la número 5 de Elda, en la calle Eduardo Dato, otros 5. La administración número 2 de Callosa de Segura y la número 3 de Manises han repartido un boleto cada una.
El número fue cantado a las 13.09 horas en el octavo alambre de la octava tabla.
1,25 millones en León: "Es un número feo y bajito, pero maravilloso"
La administración de loterías situada en la calle Herreros número 3, cercana a la plaza del Grano de León ha repartido este martes 1,25 millones de una serie del segundo premio de la Lotería de Navidad, correspondiente al 6.095.
La titular del establecimiento, Lucía Álvarez, ha explicado, que "es la primera vez que reparte premios en la Lotería de Navidad" tras ocho años al frente de esta administración.
Ante esta situación, Álvarez se ha mostrado "muy nerviosa" tras conocer que ha sido la encargada de repartir 125.000 euros para cada uno de los décimos que ha vendido de este 6.095, lo que ha tildado de "maravilloso".
Asimismo, ha indicado que no se lo esperaba este año aunque "otros años sí venía maquillada y preparada por si tocaba", ha bromeado, tras enterarse por la llamada de la prensa mientras atendía a sus clientes.
Álvarez ha destacado que "es un número feo y bajito, pero maravilloso" y ha apuntado que espera que "se haya quedado en el barrio porque hace mucha falta, ojalá haya ayudado a alguien que le haga falta".
Junto a sus familiares más cercanos ha descorchado una botella de champán para celebrar esta venta, que ha provocado emoción entre todos los trabajadores de la administración antes de pedir "salud para todos".