Personas arruinadas tras tocarles el Gordo.Telecinco.es
Alrededor del 70% de los ganadores de Lotería se gasta todo el dinero en 5 años
Ruina, divorcio, ludopatía, soledad, suicidio... pueden llegar tras ganar la Lotería
El impacto en el día a día de ser millonario al instante arruina vidas
Ser premiado con el 'Gordo' de la Lotería de Navidad (en realidad, con cualquier sorteo que nos convierta en millonarios) es el sueño de miles de españoles: todos imaginamos todo lo que haríamos en caso de resultar agraciados con este cuantioso premio, que asciende a nada más y nada menos que 4 millones de euros a la serie (o lo que es lo mismo, 400.000 por décimo o 20.000 por cada euro invertido) en este 2020. Sin embargo, la realidad para algunos de los tocados por la varita de la suerte no ha sido tan maravillosa como cabría pensar: inversiones locas con resultados nefastos, soledad, depresión y, en algunos casos, la ruina, son conceptos que aparecen en el catálogo de historias de algunos ganadores de este y otros sorteos. Conoce los casos de personas arruinadas tras convertirse en millonarios por obra y gracia del azar, así como supuestos curiosos en los que el golpe de buena suerte en el juego fue sucedido por un golpe de mala suerte aún más drástico.
Personas arruinadas tras tocarles el 'Gordo' de la Lotería de Navidad
Hay quien invertiría todo su dinero para hacerlo crecer, otros optarían por viajar por todo el mundo y no volver a trabajar jamás, y hay quien tiene claro que su política sería el despilfarro mientras dure la fiesta. Algunos de los casos de ruina absoluta más sonados de los últimos años se engloban en esta tercera categoría: casos en que la riqueza sobrevenida se convirtió en el detonante para acabar en una situación económica peor que la previa, aunque parezca imposible. Pero también existen supuestos en los que la falta de un asesoramiento adecuado, unido a ciertas dosis de improvisación e ingenuidad, acaban con el mismo resultado.
La realidad es que, tal y como asegura el Fondo Nacional para la Educación Financiera (NEFE), el 70 por ciento de los ganadores de una lotería se gasta todo el premio en solo cinco años. La euforia y el impacto emocional inicial pueden jugar una mala pasada a los premiados, por lo que lo mejor es asesorarse con un equipo de confianza antes de llevar a cabo ningún movimiento financiero.
El peligro del juego. Uno de los casos más sonados en este campo es el de la estadounidense Evelyn Marie Adams, empleada en una tienda 24 horas que ganó no una, sino dos veces sendos premios millonarios. Fue tanto el dinero que consiguió acumular que tuvo que huir de su ciudad, abrumada por las peticiones de dinero de familiares, amigos y conocidos. La fama vino después, así como los problemas con su círculo cercano. Todo este proceso desembocó en un problema de ludopatía que la llevó a despilfarrar gran parte de su importante fortuna en los casinos de Atlantic City. Acabó en la ruina y con dos trabajos. ¿Su recomendación? Lo primero de todo, contactar con un abogado y un contable.
Alcohol, robos y muertes misteriosas. El caso del norteamericano Andrew Jack Whittaker Jr, un empresario de la construcción de Virginia Occidental, también fue muy comentado: ganó a sus 55 años nada menos que 314 millones de dólares que se sumaron a su fortuna previa. Todo empezó bien: Andrew donó parte de su dinero a distintas obras benéficas, pero la situación se fue torciendo poco a poco. Varios intentos de robo, un divorcio, la muerte de su nieta en extrañas circunstancias, problemas de alcoholismo y una demanda del casino Caesars Atlantic City por rebotar cheques por valor de 1.5 millones de dólares para cubrir pérdidas de juego. Años más tarde, su conclusión es que "debería haber hecho pedazos ese boleto".
De la ruina a la abundancia... y vuelta a la ruina. La historia de Billie Bob Harrell Jr. es otro ejemplo clásico de despilfarro millonario y vuelta a la ruina. Los problemas financieros de este estadounidense desaparecieron (al menos momentáneamente) en 1997 tras ganar un premio de 31 millones de dólares (26,5 millones de euros) en un concurso de lotería de Texas. Sin embargo, lejos de sufragar sus deudas y sanear sus cuentas, Bille se dedicó a despilfarrar el dinero y a convertirse, tal y como lo describió su propia madre, en una especie de 'Papá Noel' para sus conocidos: compró varios coches nuevos y unas cuantas casas para su familia. También dedicó dinero a causas solidarias. Al final, volvió al punto de partida inicial: la ruina. Al cabo de un tiempo, y tras un divorcio, acabó suicidándose.
Otro caso de divorcio. El caso de Lara y Roger Griffiths resulta curioso porque fue un incendio el que acabó con su riqueza, sumergiéndoles en una espiral de deudas. Tras ganar una lotería millonaria, decidieron invertir en la casa de sus sueños, que costó alrededor de un millón de dólares. También se hicieron con un Porsche y viajaron a Dubái, Mónaco y Nueva York. Todo se torció cuando su casa sufrió un extraño incendio que el seguro no cubrió. Las reparaciones y alojamientos provisionales hicieron menguar su fortuna, y la pareja se resintió. A ello se le unieron posibles infidelidades por parte del marido de Lara. Finalmente, la pareja se acabó divorciando.
El mayor premio de lotería, despilfarrado. Otro caso curioso es el de Adrian y Gillian Bradford, una pareja británica que ganó un total de 148 millones de libras (más de 187 millones de euros). El tren de vida de la pareja cambio radicalmente: viajes en primera clase, una nueva casa, coches deportivos... Sin embargo, ello no supuso más felicidad para la pareja, sino todo lo contrario: se separaron tan solo 15 meses después de ganar el premio, tras rumores de infidelidades. Además, la fortuna abrió una brecha con sus familiares: la pareja aseguraba que, por mucho que entregaran bienes a su familia, éstos siempre pedían más. El resultado: soledad absoluta.
Ganar el 'Gordo' de la Lotería... y morir a los tres días. El último caso, esta vez sucedido en España, no tiene que ver con la ruina económica o sentimental, pero sí con el peor resultado posible: el fallecimiento del agraciado tan solo tres días después de ganar el' Gordo' de la Lotería de Navidad. Le sucedió a un comerciante textil de Huesca llamado José Luis Rodrigo, de 84 años, que llevaba dos décimos del número 3.347 y ganó un total 800.000 euros.