Es el gran enigma de la Lotería de Navidad de este año junto con las teorías conspiranoicas que señalan que hubo tongo aunque Loterías ya haya explicado que “una de las circunstancias previstas en el proceso de introducción de las bolas en los bombos es que alguna pueda rebotar hacia el exterior. En ese caso, el protocolo establecido indica que el operario responsable de la introducción de las bolas en el bombo debe proceder a su introducción manual en el mismo. Esta circunstancia fue la acaecida en la mañana de hoy y que ha podido observarse en alguna de las imágenes del proceso".
Pues bien, si esto ha hecho que estallen las redes, la historia del agricultor que apostó en metálico 7.500 euros al número 00750, el tercer premio, ha dejado a más de uno perplejo. Aún se desconoce de quién se trata aunque el vendedor del mismo, Josep Saló sí conoce a la persona pero no desea desvelar su identidad, pero promete ser una tumba. Lo que sí ha declarado a los medios es que no era la primera vez que el hombre apostaba mucho por este número. Dos años atrás se había llevado a su casa 30 décimos de ese número feo, porque reconoce el lotero que ellos no venden número bonitos. No tuvo tanta suerte.
Esta vez parece que la premonición fue a mayores. "Me dijo que si salía ese número se pondría contenta la familia", afirma el propietario del estanco, que ha confesado que le extrañó que pidiera tanto dinero de un mismo número. Además, el mismo lotero ha asegurado que el cliente le confirmó que quería tantos décimos de ese número porque tuvo un "presentimiento".
El dueño del estanco ha contado que hace unos años, en 2014, su estanco también repartió décimos de un segundo premio de la Lotería de Navidad. Del mismo número, 00750, la administración de lotería de Sort (Lleida), la Bruixa d'Or ha vendido dos series, un millón de euros.