Ismael hace real el anuncio de la lotería de Navidad al regalarle un décimo de El Gordo a su exyerno
"El yerno se separó de la hija pero nos seguimos llevando muy bien"
"Me llamó llorando, a ver qué suegro regala un décimo a su exyerno"
La otra cara es Pili, 30 años comprando el décimo, salvo este año
El anuncio de la lotería de Navidad se ha hecho real en el centro de jubilados aragonés de El Cachirulo. En esta ocasión no ha sido la yerna la que ha recibido el décimo de su suegro, que pese a la separación no la olvida en Navidad, sino que ha sido el yerno el que ha recibido el décimo y con ello el premio.
Ismael personificó como pocos la Navidad esta año al regalar una participación a su exyerno, llamada Raúl, porque pese a la separación le quiere mucho y sigue teniendo con él una gran relación.
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Tal vez ninguno de los dos pensó cuando vieron el anuncio que ellos lo iban a encarnar en la vida real. Es la magia de la Navidad. En el anuncio, Félix le da uno de los décimos de Lotería de Navidad que compra para la familia a su exnuera.
En El Cachirulo, que ha repartido 320 millones de euros, las participaciones que suponen 100.000 euros de ganancia. Y ha sido todo muy repartido
Ismael que reconocía ante las cámaras que "el yerno se separó de mi hija y nos llevamos igual de antes con él, le regalé una papeleta y ahora me llama llorando y contento y yo más de podérselo dar, a ver qué suegro ve cómo se separa de su hija y le regala lotería a su exyerno".
Pero Ismael repartió felicidad a más vecinos de la calle. Según él mismo recuerda le dio un décimo a cada uno a dos niños de ocho y nueve años. A su hija, a su nieta. Le han faltado sus sobrinos algo que ahora le duele. Pese a todo se ha convertido en el Rey Mago de Reus. Nada menos que más de dos millones de euros.
El Cachirulo ha amanecido hoy cerrado, hasta las cinco de la tarde no abrirá. Hasta allí se ha acercado Felipa que ha ganado 200.000 euros y no ha dormido en toda la noche porque no sabe cómo cobrar el dinero aunque tiene claro lo que va a hacer con él. Repartirlo entre sus tres hijos. Como ella muchos serán los que no habrán dormido en toda la noche pensando en qué hacer con el dinero y cómo puede cambiar su vida.
Es un día especial también para Gema y Carme, que trabajan en una bodega y una carnicería cerca de El Cachirulo. Vendieron participaciones y también les tocó, pero hoy han ido a trabajar, con otra cara, eso sí. El caso contrario. Llevaba 30 años comprando el número de El Gordo, pero este año no lo hizo. Son los giros de la suerte.